Silvia Castellanos nos hace volar por Valderredible, ese valle cántabro, a caballo entre Palencia y Burgos. Sin quitarle un ápice de belleza a los nuestros de Pernía, Castillería y los Redondos, este Val de Ripa Hibre (Valle a orilla del río Ebro) también se quiebra y se retuerce, como interpreta nuestra guía de hoy, por entre hoces y cañones, como una reproducción o un encadenamiento de lo que acá vivimos en las Tuerces, con un Ebro que sorteando los páramos de La Lora y de Bricia va bordeando los pueblos camino del mediterráneo.
Y cuanto más alejados y escondidos están los valles, en contra de nuestro propio sentimiento, porque eso equivale al desconocimiento y al olvido de estos lugares tan idílicos, más cuentos se interpretan en ellos. Lo que queda en ellos, lo que se ve, es como un preciado tesoro que engancha de alguna forma el alma del viajero.
El Ebro, sólo superado en longitud por el Nilo, ha ido modelando de alguna forma el territorio: amplias vegas y campos propicios para el cultivo del cereal, especialmente de la patata. También en diversos rincones de esta tierra los eremitas pasaron su vida en soledad, sirviendo de modelo y de ejemplo para otros repobladores. Tenemos buen espejo en que mirarnos porque, a la par que en nuestro lado relumbra el arte rupestre en Olleros de Pisuerga, en San Martín de Valdelomar encontramos la iglesia de Santa María de Valverde, que ya aparece en documentos del siglo X como Santa María Sotarraña. Camino adelante nos detenemos en el conjunto eremítico de San Pantaleón, y la ermita de Santa Eulalia en Cadalso del Ebro, que tuve la suerte de visitar hace dos años. En el pueblo burgalés de Presillas de Bricia, escondida en el bosque, se encuentra la ermita de San Miguel, de dos plantas, muy castigada por la erosión.
Como sucede también en nuestros valles, durante la Edad Media se construyeron numerosas iglesias románicas, como la colegiata de San Martín de Elines, uno de los exponentes más destacados del románico en Cantabria. En Valderredible se localizan tres enclaves palentinos: las pedanías de Cezura y Lastrilla (Pomar de Valdivia) y Berzosilla, entre la provincia de Burgos y Cantabria.
Imagen: Cezura, por JL Estalayo