Grace Paley es uno de esos raros escritores que se han dedicado exclusivamente a cultivar el relato y con sólo tres libros colocó su nombre en un lugar destacado de la literatura norteamericana contemporánea. Relatos que hablan sobre todo de mujeres y de hombres que sobreviven al día a día, de las relaciones, de la calle… de la vida, más que nada, con sus dificultades y sus sonrisas extrañas. Es un puerto donde explorar las sorpresas que nos da lo cotidiano. EL FESTÍN DEL CANÍBAL. Grace PaleyNo, no hay que temer truculencias. El canibalismo contado por Paley no es un canibalismo real, al menos no el que se deleita en degustar la carne humana en su sentido más literal. Es un canibalismo emocional que da la talla a la relación entre un hombre y una mujer que estuvieron casados. Una disección de los sentimientos que unen y desunen a las parejas entre los que “eso que llamamos amor” se diluye en la indefinición, confundido con la memoria, el ego y el orgullo.Hablar de concisión en un relato, cuando es bueno, es caer en la redundancia y la perogrullada, pero hay veces que todavía sorprende la manera en que, con pocas palabras y varias imágenes sobrepuestas, se puede transmitir una multiplicidad de dimensiones más allá de las páginas que componen una historia. Como en esta. Un trocito de vida que contiene pasado, presente y posibilidades, haciendo «un salto mortal (…) hacia el manantial de la noche».Este cuento es uno de los primeros publicados por Grace Paley, en los años cincuenta. El volumen que los recogió, bajo el título original “The Little Disturbances of Man”, aquí fue publicado por la editorial Anagrama con el título “Batallas de amor” en el año 1981, con traducción de Enrique Hegewicz. Siempre me he preguntado el porqué de ese cambio de título.
a ver dónde me lleva esta semana mi apuesta.