Así pues, ante las dificultades de sacar adelante el cuaderno de bitácora durante la jornada precedente, hube de limitarme a guardar las notas para reunirlas con las correspondientes a esta semana en una única entrada.
VI. Entre amor y obsesión.
Mi único contacto con la afamada Oates se reduce a esta nouvellede cien páginas de letra holgada, ilustraciones inquietantes y contenido intenso. No he leído más de ella (aunque es algo que quiero hacer), pero en esta lectura he caído dos veces y estas son mis razones:
EL PRIMER AMOR. Joyce Carol Oates
Me atrae lo oscuro (metafóricamente hablando), por lo que este libro me gritó desde el subtítulo “Un cuento gótico” de esta edición española y en ningún momento me defraudó. Me gustan las historias de iniciación, de esa transición desde la infancia a la edad adulta en que la inocencia se pierde o se convierte en una trampa. Me fascina la capacidad de recrear con las palabras justas una atmósfera febril y encerrarla entre las tapas de un libro. Me conmueven los personajes que se escapan de las páginas para susurrarte sus vidas al oído y, durante la lectura, te tocan el hombro, la mano, el alma.
Miedos infantiles, relaciones generacionales, el poder de la obsesión, la revelación de un mundo… todo aquí contenido y vibrando con tensión acumulada. Y una escritura que desgarra.
VII. Contra la violencia.
Quizá fue por asociación que en mi siguiente etapa volara hacia Turgueniev, ya que mi anterior visita a estas tierras se debió a otro “Primer amor”, en tiempos ya muy lejanos. Así recalé en un pequeño volumen fruto de mis compulsiones bibliomaníacas que, de alguna manera, había quedado traspapelado y entré en él con ánimo exploratorio.
LA EJECUCIÓN DE TROPPMAN. LOS NUESTROS ME HAN ENVIADO. Ivan Turgueniev.
Son dos los cuentos aunque están fuertemente entrelazados, no en tanto al hilo argumental o los personajes como por la línea de fondo que los recorre: lo violento. Turgueniev es conciso y claro y empuja visiblemente sus textos hacia una conclusión que es más alegato que moraleja.
El primero, también el más largo, recorre con minuciosa exactitud las horas previas a una ejecución desde el punto de vista de un espectador. La pena de muerte y el espectáculo en que se convierte pasan por su pluma de forma rigurosa y contundente, pero sin truculencias gratuitas. Cuenta lo que ve y lo que esa visión le provoca, espléndido en su forma de acariciar los detalles, de un modo casi novelístico, y exacto en la expresión. Y la conclusión es inevitable.
En el segundo, un episodio durante la insurrección proletaria de 1848 en París se convierte en una reflexión sobre la contradicción del ser humano. Sin lirismos, remitiéndose a los hechos, pero conmovedor en lo narrado: la generosidad en medio de la violencia, el heroísmo de los pequeños gestos que, luego, no son tan pequeños.
“El primer amor (Un cuento gótico)”. Joyce Carol Oates.Ilustraciones originales de Barry Moser. Edhasa, 1998. Traducción: Dimas Mas y Mercedes Cernícharo.“La ejecución de Troppman. Los nuestros me han enviado”. Iván Turgueniev.Plaza & Janés, 1999. Traducción: Trinidad Sánchez-Pacheco.Y ahora cierro la puerta del vagón y sigo mi camino,
sin saber todavía en qué estación me bajaré.