¡Vuelta al cole y mi paseo por Praga!

Por Sariqui @CocinadeSariqui

Ya estoy de vuelta y os traigo muchas cositas nuevas. Para empezar os cuento como han ido estas vacaciones y qué lugares y alimentos nuevos he probado. He estado en Praga, una ciudad preciosa, con muchísimo encanto, además de una gastronomía muy particular. 


Nos alojamos en un apartamento que encontramos en Airbnb, una web que descubrí hace un par de años y que me encanta para buscar alojamiento. El apartamento era de Sarah, una anfitriona simpatiquísima y muy atenta. Un precioso loft totalmente equipado y muy bien situado (a 10 minutos en metro de la plaza de Wenceslao). No apto para los que tengan el sueño ligero o les moleste un poco de ruido, porque está en un cruce de tranvías. Para nosotros no fue ningún problema.


Sarah, además de recibirnos las maletas antes de la hora del check in, nos recomendó un restaurante que nos encantó, por sus preciosas vistas y por su buena comida: la terraza del Hotel U Prince.



Una ensalada para compartir, dos brochetas de carne variada con verduras y cuatro birras 64 euros. El precio, algo más elevado que en otros restaurantes de la zona, está justificado por las vistas.

Otros dos restaurantes que vale la pena probar si vas a Praga son Malostranska Beseda y VKovolkone, recomendados por el padre de una compi de trabajo que es checo y que tiene muy buen gusto gastronómico.


Restaurante Malostranska Beseda
Uno de los mejores restaurantes para comer buena comida checa a un precio checo. No me decepcionó, tanto es así que repetí otro día. El goulash de ternera con una doble guarnición de dumplings (una especie de pan que acompaña a la mayoría de platos checos) es exquisito.
De postre, a pesar de que soy chocolatera, no me pude ir sin probar el strudel de manzana. ¡Riquísimo!
Precio medio: 14 euros/persona



VKolkovne
Éste restaurante pertenece a la cadena de restaurantes kovolkona, hay varios repartidos por la ciudad y todos ellos tienen una buena relación calidad precio.
Precio medio 14 euros/persona

La gastronomía checa es muy especiada y bastante pesada. Si pasas muchos allí y quieres descansar un poco de su cocina, te recomiendo dos restaurantes italianos:


Pizzería Alforno
Te recomiendo cualquiera de sus pizzas de masa fina y crujiente, pero sobre todo, no te puedes perder su delicioso tiramisú. Un restaurante de ambiente tranquilo, ideal para los que os gusta adentraros en la vida cotidiana de las ciudades, porque estaba lleno de lugareños.
Precio medio: 12 euros/persona

Restaurante Matilda
¿Es un barco? ¿Es un hotel? ¿Es un restaurante? En realidad es un tres en uno. Lo descubrimos en nuestro primer paseo junto al río y desde el primer día tenía claro que quería probarlo y valió la pena, no solo por su encanto, sino también por su propuesta gastronómica, variada y con una buena relación calidad precio.
Precio medio: 24 euros/persona



Si sientes el deseo de algo dulce, te recomiendo hacer una paradita en una de estas dos pastelerías. ¡Me encantaron!


Au Gourmand Situada a un par de calles de la plaza Vieja, ofrecen una gran variedad de pasteles a cual más rico. Nosotros probamos el de manzana y chocolate, los dos deliciosos. Precio medio: 3 euros/porción de tarta

Anna Magdalena Está situado en una de las vías principales y además de servir pasteles en el local y para llevar, son especialistas en tartas de boda. El primer día nos las llevamos de postre para comer en el apartamento y el día que nos veníamos no pudimos evitar volver para merendar. 

Como en todos mis viajes, no puede faltar la obligada visita de mercados. De Praga destaco dos:


Havelske Trziste

Situado en pleno centro, tiene una gran oferta de frutas y verduras, aunque también encontrarás los souvenirs para llevar a la familia y amigos, como las famosas obleas de Praga rellenas de mil sabores.




Holesovicka Trznice
Éste es el mercado de abastos más grande de la ciudad, alejado del centro pero no por ello menos concurrido que el resto, ofrece una gran variedad de productos frescos. Me sorprendió ver que en todos los puestos conservan las viejas balanzas. ¡Quién pillara una!



En el mercado compré Paprika (pimentón), una especie muy utilizada en la cocina Checa, tanto que cuando paseas por alguna de sus calles la puedes notar en el ambiente.
Tanto paseo me abrió el apetito y fui a dar con un Creolé, un canuto de hojaldre relleno de merengue. ¡Delicioso!

Otra buena opción de comida, aunque a veces no resulte tan económica, es la comida callejera. En la Plaza de Wenceslao hay muchos puestos donde podrás comer salchichas, brochetas o jamón de Praga (ojo con este, el precio es al peso y te intentan meter un buen pedazo que te saldrá por un buen pico), como dulce tienes el TRDLO, un rollo de pasta tipo chucho pero sin rellenar.



Pero sin duda, algo que no puedes dejar de hacer si vas a Praga es toar una Pilsner Urquel, la cerveza checa por excelencia y que sirven en  cualquier rincón de la ciudad. Aunque te recomiendo hacerlo en una de las mejores cervecerías de Praga:

Jelinkova

Una vieja taberna de madera, de olor añejo y donde solo verás lugareños y algún turista aventurero al que le gusta salirse de la senda. El precio bastante más inferior que en otros bares y restaurantes.




Si te apetece salir a tomar unas copas, te recomiendo darte un paseo por el río. A partir del jueves y durante todo el fin de semana hay muy buen ambiente y buenrollismo generalizado. Cantidad de jóvenes y no tan jóvenes se desplazan hasta allí botella de vino en mano (o lo que caiga), algunos hasta se montan el picnic y cenan mientras contemplan la caída del sol. Un plan barato y que te hará sentir como uno más.

Si no quieres cargar con todo y depositar tu culo en el mismísimo suelo, también puedes tomar algo en alguno de los barcos del río, pero te recomiendo probar el plan alternativo, porque te hará sentir aún más conectado con la ciudad.

Espero que os haya gustado y que os sirva de algo si viajáis a esta preciosa ciudad.
Nos seguimos leyendo ^_^
Petonets