Todos esperábamos un nuevo concierto de la OCA y más volviendo a casa de solista nuestra pianista (extensivo a familia, amigos, compañeros...) Carmen Yepes, actualmente compaginando interpretación y docencia desde Madrid. El programa elegido por el Maestro Sánchez Velasco sigue la línea emprendida desde la fundación de "su orquesta" en 2009, con unos objetivos claramente marcados entre los que sobresalen dos por seguir el concierto de este martes: "Colaborar con diferentes entidades para acercar la música al público" y "colaborar con diversos compositores para difundir sus obras". El primero, además, desde obras del Clasicismo que siguen siendo la base para el oyente que esperamos acabe melómano total, y ahi estaban Wolfgan y Ludwig, mientras el segundo objetivo servía de inicio para un concierto "capicúa" como intentaré explicar a continuación.
John Falcone es un neoyorkino ya medio asturiano, fagot de la OSPA desde 1.991 pero del que no podemos olvidar sus múltiples facetas de saxofonista, jazzman, compositor, director de bandas de música, la labor pedagógica y sobre todo una profesión que es pasión por "La Música".
Tras los muchos aplausos y la caja de bombones de Peñalba nos deleitó con la Sarabande de la Partita nº 4 en RE M., BWV 828 de Bach, evidentemente no en versión San Sokolov pero sí con todo el pianismo que el Kantor preveía en sus obras para tecla, y que Carmen Yepes supo sacar a flote con auténtica maestría.
Testigo de excepción fue el finlandés Ari Rasilainen (invitado por Daniel) quien la dirigiese en noviembre de 2003 con El nº 1 de Grieg y la OSPA, con la que volverá esta semana pero dirigiendo Sibelius, entre otros. En conversación con él antes durante el descanso, recordaba con cariño y muy buenas sensaciones aquél concierto, y espero hacerle llegar una copia del mismo el próximo viernes en el Auditorio. Realmente asistió a otra excelente interpretación de Carmen aunque con distintos acompañantes y un piano algo mermado.