Es bonito ver como confiamos en las personas de nuestro alrededor, ver como con ellas todo fluye todo va genial. Ver como poco a poco nos vamos convirtiendo en cómplices de toda una vida de historias que ninguna sabemos el final. Pasa el tiempo, y cada vez valoras más los actos de esas personas, las veces que te han ayudado cuando las has necesitado. Hasta que hay un punto en el que todo se tuerce, no sabes que ha pasado. Entre ustedes nada, pero en ella? ¿Qué ha pasado en esa persona? Que ha sido de aquella persona buena, risueña, humilde que todos adorábamos, adónde ha ido aquella que siempre estaba cuando la necesitabas, aquella que nunca tenia una mala respuesta, sino que todo lo que te daba eran soluciones. Aquella que jamás miraba por encima del hombro, aquella que no fardaba de lo que tenía, aquella que valoraba y respetaba. Aquella que con los años se ha convertido en una desconocida, aquella que ahora miras, y te preguntas si aún queda algo de aquella persona que en aquel tiempo conocías.
¿Cambiamos nosotros o con el tiempo se ve quién somos realmente? ¿Cuando podemos decir que conocemos verdaderamente a una persona?
Es bonito ver como confiamos en las personas de nuestro alrededor, ver como con ellas todo fluye todo va genial. Ver como poco a poco nos vamos convirtiendo en cómplices de toda una vida de historias que ninguna sabemos el final. Pasa el tiempo, y cada vez valoras más los actos de esas personas, las veces que te han ayudado cuando las has necesitado. Hasta que hay un punto en el que todo se tuerce, no sabes que ha pasado. Entre ustedes nada, pero en ella? ¿Qué ha pasado en esa persona? Que ha sido de aquella persona buena, risueña, humilde que todos adorábamos, adónde ha ido aquella que siempre estaba cuando la necesitabas, aquella que nunca tenia una mala respuesta, sino que todo lo que te daba eran soluciones. Aquella que jamás miraba por encima del hombro, aquella que no fardaba de lo que tenía, aquella que valoraba y respetaba. Aquella que con los años se ha convertido en una desconocida, aquella que ahora miras, y te preguntas si aún queda algo de aquella persona que en aquel tiempo conocías.
Es bonito ver como confiamos en las personas de nuestro alrededor, ver como con ellas todo fluye todo va genial. Ver como poco a poco nos vamos convirtiendo en cómplices de toda una vida de historias que ninguna sabemos el final. Pasa el tiempo, y cada vez valoras más los actos de esas personas, las veces que te han ayudado cuando las has necesitado. Hasta que hay un punto en el que todo se tuerce, no sabes que ha pasado. Entre ustedes nada, pero en ella? ¿Qué ha pasado en esa persona? Que ha sido de aquella persona buena, risueña, humilde que todos adorábamos, adónde ha ido aquella que siempre estaba cuando la necesitabas, aquella que nunca tenia una mala respuesta, sino que todo lo que te daba eran soluciones. Aquella que jamás miraba por encima del hombro, aquella que no fardaba de lo que tenía, aquella que valoraba y respetaba. Aquella que con los años se ha convertido en una desconocida, aquella que ahora miras, y te preguntas si aún queda algo de aquella persona que en aquel tiempo conocías.