Ordenador, móvil, Tablet… Nos pasamos el día con un teclado en la mano y cada vez renunciamos más incluso ya a escribir las palabras completas que sustituimos por iconos. ¿Dónde quedó escribir a mano? Muy lejano pero debemos tener en cuenta todo lo que nos estamos perdiendo.
Escribir a mano tiene innumerables beneficios para nuestra salud emocional e incluso, física. Hacer algo con nuestras manos nos abre la creatividad e incentiva nuestra inteligencia. Debemos volver a nuestra esencia aunque sea parcialmente para escribir a mano. Si aún no te has convencido, te explicamos aún con más detalles los beneficios que vas a apreciar.
Dejar de escribir a mano
Las cartas cayeron en el olvido. Con los emails, los sms, los whatsapps y demás mensajería electrónica, las cartas manuscritas han casi desaparecido (algo que nosotros estamos muy a favor de recuperar).
Los estudiantes han dejado de hacer trabajos escritos a mano porque todo se hace y se entrega a ordenador (de hecho, los profesores así lo reclaman para que la escritura sea más legible).
Las comunicaciones profesionales son todas tipográficas (ordenador) porque nos enviamos lo que necesitamos con email o mensajería instantánea a través del ordenador.
Hemos dejado casi definitivamente de escribir a mano. Tanto que ni siquiera ya tenemos agendas físicas y todo lo llevamos en nuestro dispositivo móvil.
Esta tendencia si bien nos ahorra tiempo ya que es más eficiente el traspaso de información y la gestión de documentos, ha hecho que otras de nuestras capacidades se vean mermadas.
Según Mangen, psicóloga de la Universidad Stavangen de Noruega, determinó en 2011 que los alumnos que hacen trabajos manuscritos después se desenvuelven mejor en cuanto a comprensión de lo que leyeron. Leer de material impreso siempre hace que nuestra comprensión sea mejor y ayuda a la memorización. Aquí tenemos un importante punto para seguir teniendo por ejemplo libros físicos entre nuestras manos.
Beneficios de escribir a mano
Mejora el aprendizaje
Bien es sabido que por mucho que estamos escribiendo a ordenador y/o a través de las teclas, cuando se trata de escribir nuestras emociones siempre “tiramos” de bolígrafo o pluma y papel y es que nos sentimos en mayor intimidad y más conectados de esta forma.
Los diarios de nuestra vida están escritos a mano, es más íntimo y la realidad es que conectamos mejor con nuestro cerebro a través de las manos. De ahí que las actividades manuales siempre tienen mayor creatividad y las necesitamos para reconectar nuestra esencia emocional.
En cuanto a la memoria, seguro que si has estudiado y hecho tus notas a manos, habrás comprobado que tienes mayor retención de lo leído.
Todo esto ocurre porque escribir a mano estimula una parte del cerebro que se llama Sistema de Activación Reticular.
Nos ayuda a expresarnos mejor
Escribir a mano nos ayuda a expresarnos mejor. Cuando utilizamos papel y bolígrafo, aunque no lo creamos, nos permitimos más escribir, borrar, tachar, volver a escribir… una acción que nos lleva a pensar más sobre el asunto.
De esta forma, nuestros pensamientos son más claros, más elaborados y nos detenemos más en los detalles.
Nos distraemos menos
Cuando estamos en el ordenador, tendemos a distraernos para abrir una página web, una red social o atender a los emails que recibimos. Si estamos escribiendo a mano en un papel – cuaderno, esto no pasa u ocurre en menor proporción de tiempo.
Las distracciones disminuyen y estamos más centrados, tenemos más y mejor foco.
Además, escribir a mano requiere de mayor concentración para poder mover nuestra mano y que plasme nuestros pensamientos.
Cerebro activo
Escribir a mano es una acción que conecta el cerebro con nuestra mano y eso hace que esté activo constantemente. Esto ayuda a retrasar nuestro proceso de envejecimiento ya que estamos “entrenando” nuestro cerebro. Es como ir al gym para la mente y el órgano cerebro.
Estos cuatro beneficios son fundamentales para nuestro cerebro a nivel físico e intelectual. Dejar de hacerlo puede ser más contraproducente de lo que pensamos y es que nuestro cerebro se irá atrofiando. Recupera la acción de escribir a mano aunque sean unas líneas en la mañana o en la noche. Notarás la diferencia.