Es una satisfacción comprobar que el amigo enmascarado retorna cada año, aunque sea en tan exiguo número. De momento ambos componentes de la pareja se movían en torno al área geográfica que constituye su territorio, deteniéndose en todos los posaderos disponibles en el mismo, incluído un cable de la luz que lo cruza por el medio.
Se trata de una parcela que reúne buenas condiciones para el alcaudón, esto es, campiña bien conservada de prados de siega con bastantes sebes entre ellos, el hábitat preferido de nuestro protagonista.