Pocos espectáculos televisivos son tan bochornosos como Gran Hermano y Sálvame Deluxe, o tan irritantes como La Noria, en el que los periodistas se vuelven insultadores ante un público que aplaude según ordenan los productores tras las cámaras.
Son presentaciones deplorables, pero en ningún país libre pueden prohibirse si cumplen unos códigos ya existentes, y que abarcan el horario de emisión o el lenguaje.
No hace falta legislación nueva alguna: sólo respetar la vigente. Pero se deja incumplir, quizás, porque quieren crear un nuevo organismo que censure lo que le disguste a la religión progresí de Zapatero.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha anunciado la formación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales que sancionará a quienes divulguen "valores devaluados de convivencia" y establezcan "climas de crispación y enfrentamiento".
Recordemos la ley antitabaco. En 2006 Zapatero creó la que separó a fumadores y no fumadores. Pero como nadie la respetaba, según el Ministerio de Sanidad, hicieron otra prohibiendo fumar en espacios públicos cerrados.
Así que en lugar de hacer cumplir una ley lógica, crearon otra tan restrictiva que agrede algunos derechos fundamentales como el de la propiedad.
Se hará igual con esta ley para las televisiones y medios informativos molestos: como se incumple el código vigente y se impondrá algo similar a la censura franquista tras el bondadoso deseo de evitarnos “crispación y enfrentamiento”.
Pues bien, como oponerse a Zapatero crea “crispación y enfrentamiento”, se emplearán policías del pensamiento para cerrar los medios. Enric Sopena y demás comisarios del Partido ya exigen el cierre de los que irritan a este Gobierno.
Le tienen pánico a la prensa libertaria que disecciona la política nacional, y que incluso es implacable con la misma derecha a la que pertenece.
Esa prensa es disolvente, señala con el dedo y rompe el monopolio ideológico del izquierdismo posmoderno zapaterista.
Por eso quieren cerrarla. Le dará tranquilidad de nuestro espíritu, como quería Franco, que sólo trataba de evitarnos malos pensamientos.
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Por este samino llegamos a la indigencia y la desorientación, no sólo económica, aunque SALAS la señale así en El Correo Gallego:
SALAS: Tras haber puesto en internet esta crónica y los dibujos de SALAS me llega esta genialidad del artista en relación con la censura del programa sobre los españoles en Israel en TVE: