Acabo de regresar de Granada. Hoy, a las 11'30, tenía una conferencia en el Aula Magna de mi antigua Facultad (Filosofía y Letras) en el Campus de Cartuja. Creo que ha cambiado poco: sigue siendo una Facultad de anarquistas, comunistas, poetas, chicas listas con gafas redondas y chicos sin afeitar. La verdad, no sé en qué grupo encajaba yo, cuando llegué en 1988.Mi Facultad me traía recuerdos de 091 (el mítico grupo granadino), el Paseo de los Tristes y el Campo del Príncipe; otras memorias prefiero olvidarlas. Estuve en Granada hasta septiembre de 1994, fecha en la que empecé a trabajar en la Universidad de Jaén.Mi conferencia versaba sobre los vampiros en la literatura inglesa del siglo XII y estaba enmarcada en el Curso "Vampiros a Contraluz", de 30 horas de duración (http://canalugr.es/agenda-del-dia/icalrepeat.detail/2011/02/21/3067/). He analizado tres casos, pues en ellos el/los "reviniente/s" - el cadáver de un muerto que vuelve de su tumba para atormentar a los vivos - aparecen vinculados con la sangre, suya o de sus presuntas víctimas. Los casos en concreto eran:-"The Devill of Drakelow", comentado en tres entradas de este blog.- Dos casos recogidos por William of Newburgh en el cap. XXIV (libro V) de su Historia Rerum Anglicarum (1196-98): el caso del reviniente de Melrose y el caso del reviniente del castillo de Anantis.Tras hablar una hora, y como nadie se atrevía (o quería) preguntar nada, me he puesto a hablar (cómo no) de Grendel, y de su afinidad con el vampiro folklórico y con los muertos vivientes (draugar) de la literatura nórdica.Al bajarme del estrado, varios alumnos y alumnas de distintas titulaciones (había un filólogo clásico y una filóloga inglesa) han mostrado su interés por el tema, pues les ha resultado muy novedoso. El brillo en los ojos de un estudiante es, realmente, lo que más conforta a quien intenta transmitir conocimientos.