CONSULTA:
Hola, me gustaría que me ayudaran. Tengo un niño de 2 años y 8 meses, el cual en cuanto aprendió a hacer en la nica tiempo después aprendió a usar la taza del baño, pero de un tiempo para acá, debido a un incidente en un baño público (hacía popo y la taza del baño descargó automáticamente y no había terminado de hacer), no puede siquiera entrar a un baño público y tampoco hace popo en la taza de nuestra casa, solo pipí. Me gustaría que me dieran un consejo para que regresara a su comportamiento anterior, debido a que dentro de un año ingresará al kinder y debo de enseñarle a que haga en la taza y que se baje los pantalones. Muchas Gracias
RESPUESTA DE SOMOSPSICO:
Querida amiga:
Antes de contestar a tu pregunta, nos gustaría remitirte a otra consulta que nos hacían hace apenas unos días. Se trata del artículo acerca de “los baños públicos”. El tema que nos planteas es bastante similar, aunque se diferencia en algunos matices que pasamos a comentarte.
En el caso de tu hijo, sí que parece haber un desencadenante claro que habría producido el miedo a usar la taza del baño, y es la experiencia desagradable que tuvo un tiempo atrás al verse sorprendido por un suceso que no esperaba (la descarga de la taza).
En términos psicológicos, tu niño habría desarrollado una fobia a este elemento, es decir, un miedo ante la posibilidad de que la taza del baño le suponga una amenaza que escaparía a su control. Por tanto, ha decidido expresar la respuesta más común que solemos dar los humanos ante estos acontecimientos: la evitación. Ante un peligro, es mejor no acercarse, y eso es precisamente lo que ha aprendido a hacer tu pequeño ante este estímulo.
Pero hay más. Cuando aparece una fobia, solemos tender a generalizar nuestro miedo primario desde un objeto en particular hasta otros de la misma gama o categoría. Así, tu hijo también habría desarrollado miedo a las demás tazas de todos los baños de su alrededor (incluido el de casa), en su respuesta de evitación. Como nota curiosa, comentarte que en un experimento en el que se condicionó un miedo a las ratas a un niño pequeño, este acabó teniéndole miedo incluso a peluches con forma de animal peludo o incluso a las máscaras.
¿Qué puedes hacer? El mejor tratamiento para las fobias siempre ha resultado ser la exposición en vivo. Para no repetirnos, te agradeceríamos que te dirigieras al artículo sobre dicha técnica, aunque brevemente te diremos que consiste en ir exponiendo a la persona poco a poco a la situación temida hasta que aprenda a que no tiene nada que temer. Para ello nos ayudaremos de la relajación, la cual puedes practicar con tu pequeño mediante palabras que le resulten relajantes o incluso contacto físico (caricias, masajes, etc).
Esperando haberte servido de ayuda, te invitamos a que sigas visitándonos.
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