No tardaréis nada en elaborarlo, de hecho, mientras se precalienta el horno lo vais haciendo. Es una delicatessen. De lo mejor que he comido últimamente. Tiene una mezcla de sabores deliciosos. El dulce del gofre con su azúcar perlado, con la cremosidad de la mezcla que lo envuelve y la acidez de la frutas hace que cada bocado sea un festival para el paladar.
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Y del conjunto de estos tres productos ha creado esta maravilla de dulce que te invito a que prepares y te lo comas con la persona que más quieras. Y ya si eres goloso, goloso, goloso puedes echarle el sobrecito de chocolate que trae el gofre, por encima.
- 1 gofre de Punto Gofre.- 25 g de frambuesas.- 25 g de arándanos.- 80 g de queso crema (queso de untar).- 35 g de Truvía.- 1 huevo.- 1/4 cucharadita de extracto de vainilla.- 1/4 cucharadita de canela molida.- 80 ml de leche semidesnatada Asana.
Preparación:
Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo. En el molde en que lo vayamos a presentar trocear el gofre. En un cuenco mezclar el queso con la Truvía. Añadir el huevo y los extractos. Unir todo bien. Incorporar la leche. Verter sobre el gofre empapandolo bien. Añadir los arándanos y las frambuesas repartiéndolos por los espacios vacíos. Dejar reposar 10 minutos para que le gofre se empape bien de los líquidos. Hornear 45-50 minutos o hasta que lo pinchemos y el palillo salga limpio.