Llena de todo el cine que este director tan bien sabe hacer, nos llevara desde la amistad que surge entre un niño y un caballo, hasta las aventuras que este último corre en la I Guerra Mundial, en el frente francés. Y corre estas aventuras, porque es arrancado de los brazos de Albert (el niño), para ser convertido en un caballo de batalla, y van pasando de bando en bando, hasta que el destino (o las bombas), lo vuelvan a unir con su verdadero dueño.
En definitiva, una película redonda, que aunque no sea la mejor de Spielberg, bien vale su visionado.