Washoe

Por Daniel Vicente Carrillo




El lenguaje se ha considerado el último bastión de la singularidad humana.

Mentira. Muchísimos animales tienen lenguajes de signos con los que emitir señales reconocibles por el grupo. Estos chimpancés y sus gracietas no van más allá de lo que cabría esperar de un perro espabilado. No veo la novedad por ninguna parte. Me parece una pérdida de tiempo establecer vínculos "genéticos" con nosotros cuando es obvio que estos seres no pasan de experimentar triviales sentimientos de glotonería y excitación que ni entienden ni dominan. La humanidad no es una cuestión cuantitativa, como esta torpe investigación presupone.