Es un descubrimiento que no sólo explica qué le está sucediendo a WASP-12b; también significa que los científicos tienen una oportunidad única para observar cómo un planeta entra en esta etapa final de su vida. "Esta es la primera vez que los astrónomos son testigos de la irrupción y muerte en marcha de un planeta," afirmó Douglas N.C. Lin, profesor de la Universidad de California en Santa Cruz, que además es coautor del nuevo estudio y director fundador del Instituto Kavli para la Astronomía y Astrofísica (KIAA) en la Universidad de Pekín, que fue partícipe de la investigación.
Los hallazgos fueron publicados en la edición del 25 de febrero de Nature.
La investigación fue liderada por Shulin Li de los Observatorios Astronómicos Nacionales de China. Un graduado de KIAA, Li y un equipo de investigación analizaron datos observacionales del planeta para mostrar cómo la gravedad de su estrella anfitriona infla y agita su disolusión veloz.
WASP 12-b, que fue descubierto en 2008, es uno de los planetas más enigmáticos de los más de 400 que han sido encontrados fuera del Sistema Solar durante los últimos 15 años. Orbita a una estrella en la constelación de Auriga, de masa similar a la de nuestro Sol. Como la mayoría de los planetas extra solares, es grande y gaseoso, similar a Júpiter y Saturno en ese aspecto.
Pero a diferencia de esos planetas, o la mayoría de los exoplanetas, WASP 12-b orbita a su estrella compañera a una distancia extremadamente cercana: 75 veces más cerca que nuestra Tierra al Sol. Es decir, un poco más de 16 millones de kilómetros. Además es más grande de lo que pueden predecir los modelos astrofísicos actuales. Su masa es estimada en 50% superior a la de Júpiter y 80% más grande, teniendo un volúmen de seis veces el de Júpiter. Por otra parte, es inusualmente caliente, con una temperatura de día de más de 2.500 ºC.
Algún mecanismo debe ser responsable de la expansión de este planeta a semejante tamaño, creen los investigadores. Por eso se han centrado en los análisis de fuerzas de marea, las cuales se creen que son lo suficientemente fuertes como para producir los efectos observados en WASP 12-b.
En la Tierra, las fuerzas de marea entre la Tierra y la Luna causan que los niveles locales del mar suban y bajen modestamente dos veces por día. WASP 12-b, sin embargo, está tan cerca a su estrella anfitriona, que las fuerzas gravitacionales son enormes. Las tremendas fuerzas de marea que actúan sobre el planeta cambian completamente su forma en algo similar a una pelota de fútbol americano.
Estas mareas no sólo distorsionan la forma de WASP 12-b. Al deformar continuamente al planeta, crean fricción en su interior. Esto produce calor, lo que causa que el planeta se expanda.
"Esta es la primera vez que hay evidencia directa que un calentamiento interno (o 'calentamiento de marea') es responsable de inflar al planeta a su tamaño actual," afirmó Lin.
Con el tamaño que tiene, WASP 12-b se enfrenta a una muerte próxima. El tamaño es en sí parte de su problema. Se ha inflado a tal punto que no puede mantener su tamaño contra el tironeo gravitacional de su estrella compañera.
"WASP 12-b está perdiendo su masa a su estrella anfitriona a una tasa tremenda de seis mil millones de toneladas métricas cada segundo. A esta tasa, el planeta será destruído por completo en cerca de diez millones de años. Esto puede parecer un largo tiempo, pero para los astrónomos no es nada. Este planeta vivirá menos de 500 veces menos la edad de la Tierra."
El material que es extraído de WASP 12-b no cae directamente en la estrella compañera. Forma un disco alrededor de la estrella y cae lentamente en espiral. Un análsis cuidadoso del movimiento orbital de WASP 12-b sugiere evidencia circunstancial de la fuerza gravitacional de un segundo planeta de masa inferior en el disco. Probablemente ese planeta sea una versión masiva de la Tierra, lo que se llama "súper Tierra."
El disco de material planetario y la súper Tierra inmersa en él son detectables con los telescopios actuales. Sus propiedades pueden ser usadas para determinar la historia y el destino del misterioso planeta WASP 12-b.
KIAA recibió el apoyo de la NASA, JPL y la Fundación Nacional de Ciencias. Junto a Li y Lin, los coautores inclyen al profesor de la Universidad de California en Santa Cruz, Jonathan Fortney y Neil Miller, un estudiante graduado de esa universidad.
Más información:
Artículo en SpaceDaily.com
Datos de WASP 12-b en Exoplanets.eu
Super WASP - Wide Angle Search for Planets
Fuente: SpaceDaily.com