Moore bota el balón ante Nicholls - Foto: Ros Casares.
Seguramente desde que Carme Lluveras firmó como general manager del Ros Casares tenía ese fichaje marcado en su libreta. Una incorporación que ha perseguido y que acabó por concretar antes de que se acabase el curso pasado. Por entonces Ann Wauters (Sint-Gillis-Waas, Bélgica, 1980) estaba alejada de las canchas por su inminente maternidad. La ala-pívot daría a luz a Vince el primer día de junio de 2011. El pequeño nació con casi cuatro kilos de peso y 55 centímetros de estatura y la madre ya volvía a estar dando guerra en las pistas a finales de septiembre –“tu cuerpo cambia mucho durante y después del embarazo y me costó bastante ponerme en forma, pero para ser sincera ahora mismo me encuentro muy bien físicamente...”, decía en una entrevista de Óscar Cuesta para masBasket–. El retorno de Wauters fue en un amistoso contra el Uni Girona en el que anotó 16 puntos. Un punto menos –y 11 rebotes– sumó en el triunfo por 70-61 del Ros ante un Rivas Ecópolis ejemplar en el primer partido de semifinales de Liga. La ala-pívot belga sobresalió en la primera parte, cuando su equipo, a una victoria de la final, resultó inalcanzable para su rival, y lo salvó cuando peor lo pasaba ayudada por Maya Moore. La estadounidense se reservó siete de sus 17 puntos para el cuarto final, en el que las visitantes se llegaron a ponerse 61-55 a 4m 45s.
En la reedición de la final de la Euroliga de Estambul volvió a ganar el Ros, que ofreció el título a su afición, y volvió a ser muy grande el Rivas, por más que como entonces le faltase banquillo y anotadoras. Tuvo mucho mérito el conjunto de Miguel Méndez, que en plena reacción soltó tres frases directas y vitalistas: “Un puntito de creer. Estamos en partido. Podemos ganar”. Un discurso real, pues las ripenses, más sólidas desde la defensa zonal 2-3, se habían sobrepuesto a una situación límite al final del segundo cuarto, cuando perdían por 21 puntos (a los 16m 40s). La réplica de las visitantes fue marcharse al descanso con un parcial de 0-8 y, como las hormiguitas, continuaron recortando las diferencias lideradas por Jones, la MVP de la Final Eight de Estambul, ante el enfado de Roberto Íñiguez, que lamentó que sus jugadoras lo diesen todo por hecho –“en baloncesto nunca hay nada ganado”– y se mostró “muy descontento con el tema arbitral”, pues según él les respetan “mucho más en Europa”. En todo caso hablar de los colegiados siempre acaba siendo una manera de marear la perdiz. Anna Cruz, desafortunadaEl mejor discurso es en la pista y ahí resistió el Ros, fortalecido después por dos rebotes ofensivos de Moore y Murphy que supusieron cuatro puntos y, entre ellos, llegó un triple de Jackson. Un chispazo que acabó por despegar definitivamente a los locales en el epílogo, tras ver cómo Aguilar dictaba el ritmo del partido, cómo Jones y Nicholls se hacían con la pintura, y cómo Vega Gimeno rentabilizaba sus minutos en pista. Rivas echó en falta a Anna Cruz, su jugadora con más arte, que estuvo muy desafortunada y sólo anotó un tiro libre y una canasta en juego ante un Ros que supo resistir en un partido que empezó como un ciclón desde la mano de Silvia Domínguez y en el que su quinteto inicial ya había anotado en un primer cuarto que dominó por 23-10 después de un parcial de 10-0 y un buen tramo de Lyttle, desconocida después. Corría y se gustaba el conjunto de Íñiguez, que después tomaría de su misma medicina con un rival ejemplar, al que una y otra vez su entrenador pedía una cosa: “orden”. El que no le faltó a Wauters para ser la más regular y a Moore para lucirse en el momento más caliente. El miércoles (Teledeporte, 20:45 horas) el Ros podría alcanzar la final. Rivas intentará alargar la serie en El Cerro del Telégrafo. ROS CASARES 70 (23+15+12+20): Domínguez (5), Moore (17), Jackson (8), Lyttle (7), Wauters (15) –quinteto inicial–, Vesela (0), Yacoubou (2), Palau (5), Honti (0) y Murphy (11). RIVAS ECÓPOLIS 61 (10+15+17+19): Aguilar (8), Cruz (3), Carson (14), Jones (20), Nicholls (9) -quinteto inicial-, Gimeno (7), Valdemoro (0), García (0) y Pirsic (0). Árbitros: J. Pla y J.G. Carpallo. Partido disputado en La Fonteta de Valencia y correspondiente al primer encuentro de la semifinal de Liga.