Wayward pines -choices-

Publicado el 27 junio 2015 por Jorge Bertran Garcia @JorgeABertran

CHOICES (25 DE JUNIO DE 2015) -AVISO SPOILERS-

THX 1138 (George Lucas, 1971); La fuga de Logan (Michael Anderson, 1976); Matrix (Andy y Larry Wachowski, 1999); El Bosque (M. Night Shyamalan, 2004) y La isla (Michael Bay, 2005) tienen en común que sus héroes se encuentran atrapados en una falsa realidad de la que deben escapar. Cuando consiguen evadirse -salir de la caverna de Platón- descubren que habían estado viviendo en una elaborada mentira impuesta para mantenerles controlados. En Wayward Pines ocurre lo mismo, solo que, al menos en este capítulo, hay un giro que lo cambia todo. El protagonista, Ethan Burke (Matt Dillon) abraza "la mentira" y se une a ese trasunto del Mago de Oz que es el científico David Pilcher (Toby Jones).

Seguimos siendo espectadores post- Perdidos (2004-2010) y pensábamos que Wayward Pines iba a retener sus secretos hasta el final. No ha sido así. Este capítulo lo explica todo. Pilcher predijo la involución de nuestra raza en los "abis" -la parte más endeble del argumento- y decidió reclutar voluntarios para poblar un pueblo-arca para salvar a la Humanidad. ¿Por qué la mayoría tienen un pasado oscuro? Porque Pilcher se vio obligado a buscar a personas que, a pesar de ser talentosas y valiosas, hubieran cometido errores que les dejaron sin futuro. Hibernar durante dos mil años para despertar en Wayward Pines sería su segunda oportunidad. ¿Por qué engañarles y hacerles vivir en un pueblo inventado que parece Twin Peaks? Porque hubo un primer Wayward Pines en el que Pilcher contó la verdad y sus habitantes, simplemente, no la soportaron. Por eso se mantiene el engaño en un segundo pueblo y se ha decidido contar la verdad solo a los más jóvenes, debido a su mayor capacidad de adaptación. La idea de que no somos capaces de entender una realidad y por lo tanto nuestros gobernantes deben engañarnos, amordazarnos y acojonarnos para conseguir un bien superior, es pura paranoia post-11S.

Lo novedoso, para mí, como he dicho antes, es que aquí el protagonista, que pertenecía al Servicio Secreto, se pone a las órdenes de Pilcher -eso sí, pidiendo la eliminación de las ejecuciones públicas- y se prepara a combatir a una nueva facción de "rebeldes" encabezada por su pecado del pasado: su examante Kate Hewson (Carla Gugino), cuyas tácticas parecen ciertamente terroristas.