Meg siente que merece una vida mejor, pero se muestra insegura y desamparada sin su marido Nick.
---
Tiene en principal baza las estupendas interpretaciones de un trío excelente, sobre todo la pareja protagonista: Jim Broadbent y Lindsay Duncan, ambos intensos, divertidos, doloridos y escamados pero esperanzados en una vida donde pudiera no haber más allá, pero donde se atisba un futuro porqué no mejor o al menos vivo, lúcido, positivo.
Un film con un ritmo irregular, pero con momentos de buen cine donde se combinan el humor, la emoción, la dulzura, la tristeza, el dolor, con singular unión.
Quizás se olvide con cierta facilidad, pero mientras se ve gusta bastante.