Al meno a mi me pasa. Cada vez que salimos al mar o a la montaña mi cuerpo cambia, yo cambio, todo a mi alrededor cambia, a mejor, siempre a mejor.
Cuando voy a la montaña, cuanto más alta es, más intensa es la sensación de reconexión, incluso me siento vibrar diferente, como si mi cuerpo fuese a descomponerse en millones de células y mezclarse con todo lo que me rodea.
¿Será el aire puro?