El otro día fuimos a hacer la compra a una conocida cadena de supermercados y encontramos por allí estos pomperos automáticos.Por supuesto en cuanto cangrejito lo vio puso modo tierno en marcha. Puso su boquita arqueada y sus ojitos redondos, y a pesar de que mi primera respuesta fue un seco NO, tarde poco en cambiar de opinión.Lo que costaba y el rato de diversión que les iba a dar valía la pena. Así que nos lo llevamos. Y doy fe de que ha valido la pena. La de ratos que han asado jugando con las pompas. Gracias a eso han estado más rato fuera de la casa que dentro. Solo por eso, ya ha valido la pena.