El domingo nos dio por limpiar la piscina.
Hace cerca de un mes que no usábamos la piscina, así que tenía un poco de suciedad, la verdad es que tampoco demasiada, pero necesitaba un repaso antes de cerrarla definitivamente para el invierno.
Lo cierto es que el agua estaba muy limpia y cristalina, tan solo algunas hojas, bichos, etc que han caído con las últimas lluvias. Como el día acompañaba mamacangreja no paraba de decir que le apetecía bañarse.
En un momento dado desapareció y a los pocos minutos volvió con el biquini puesto. Se metió en la piscina entre gestos y gritos porque estaba muy fría. A mi me daban ganas también, pero miraba el agua con desconfianza. Pero cuando la vi meterse y nadar, ya no pude evitarlo, fuera ropa y al agua.
Mamacangreja siempre ha sido la friolera y yo el caluroso, sin embargo ayer yo me quedé tieso, en modo tímpano mientras ella nadaba tan contenta.
Cangrejin quiso entrar, pero no pasó de los pies, empezó a gritar y se fue corriendo, y no volvimos a verlos por los alrededores de la piscina.
Creo que ha sido el baño más tardío que hemos hecho nunca, pero si el clima acompaña el próximo fin de semana no descarto otro baño.