Al 2015 me lo quiero tomar como una nueva era.
2014 fue un año indescriptible. No podría calificarlo como malo, porque fue bueno en muchas cosas, pero seguro que he tenido años mejores. Sea como fuere, el día 31 de diciembre, por muy tópico que suene, cerré una puerta y abrí otra. Y esta puerta da a una habitación totalmente limpia y vacía, en la que sólo cabe todo aquello que saque lo mejor de mí, en todos los sentidos. El resto, lo siento, pero se queda fuera.
Mi 2015 ha empezado con varios retos como el de aprovechar mucho más los momentos de descanso (sí, eso de regodearse en no hacer nada, a veces es sanísimo, ¿lo sabíais?); el de valorar mucho más las cosas pequeñas; el de creerme de verdad que soy dueña de cómo me siento y de que la actitud con la que me enfrente a algo es fundamental para cómo ese algo terminará; o el de tener más paciencia, gritar menos y buscar El lado bueno de las cosas (película que volví a ver durante estas vacaciones. Y puedo prometer y prometo que es la primera película que me gusta más que el libro en el que se basa).
Durante el tiempo que el blog ha estado de vacaciones he aprendido a hacer pasteles, he recordado lo que es montar en bicicleta y me he terminado Urbrands, de Risto Mejide; y Entrena tu cerebro, de Marta Romo; dos libros que me han gustado cada uno a su manera, y de los cuales estoy aprovechando casi todo. Me gustaría decir que he leído más, pero lo cierto es que últimamente no tengo tiempo ni de pestañear.
El tiempo. Aquí hemos hablado muchas veces de cómo aprovecharlo. De cómo sacarle mejor partido y de cómo compaginar nuestro trabajo que paga las facturas con nuestro trabajo de ser blogger. Estas vacaciones me han servido para comprender que si quiero atender mínimamente bien el segundo, puesto que tengo la suerte de que el primero me encanta (aunque ocupe casi todo mi tiempo en el día) y no puedo prescindir de él, tengo que hacer cambios. Así que para esta nueva era, además de estrenar diseño, he decidido no escribir un post diario de lunes a viernes. Creo que por el bien de mi cabeza y de la calidad de este blog, a partir de ahora voy a subir sólo tres posts a la semana: lunes, miércoles y viernes. También quiero cambiar el formato de la newsletter del blog (habréis comprobado, los que estáis suscritos, que hace tiempo que no la recibís. Ahora os llegará cada dos fines de semana, con alguna que otra novedad. Esperad a verla).
En definitiva, y con estos pequeños cambios, creo que el 2015 será tan bueno como yo lo deje serlo. Y lo cierto es que he arrancado el nuevo año con energías renovadas (porque no son los años los que arrancan, eres tú. Tú tienes el poder de arrancar tu año como tú quieras y éste será tan bueno como tú le dejes serlo. Porque lo que no puedes controlar y tenga que pasar, pasará. La clave está en cómo lo enfrentes).
Espero que tú hayas arrancado con ganas, al menos de leerme un tiempecito más.
Un abrazo,
Lorena.