Un asesinato y un edificio lleno de sospechosos. Solo unos pocos están fuera de la lista de posibles autores del crimen, del asesinato de Melissa, la vecina que nadie parece conocer y que casi todos conocen. Un policía jubilado y una embarazada con mucho tiempo libre quieren resolver el crimen y harán todo lo posible por desenmascarar al culpable (o culpables). En cuatro capítulos saldremos de dudas, si el asesino no consigue salirse con la suya, claro.
Melissa era una chica callada, acomplejada y solitaria. Lo sabemos por los flash-backs en los que se nos muestra, casi por goteo, la vida de esta chica. La vida de la víctima.
Cuando escribo esto la serie no ha llegado aún al cuarto y último capítulo. Todavía ni yo mismo sé quién es el culpable. El misterio está todavía en todo lo alto. Hay mucho sospechoso por descartar: se mantiene el interés y queremos llegar al final donde sepamos quién fue y, sobre todo, por qué.
Len Harper es un detective a punto de jubilarse. De hecho es su último día cuando les avisan del descubrimiento de un cuerpo, el cuerpo de Melissa. El caso queda en manos de sus compañeros que, sin más pruebas ni ganas de conseguirlas, no ven crimen en esa muerte. Harper debería dedicarse a disfrutar de su jubilación pero él tiene claro que la muerte de la vecina de la última planta no fue accidental. Y ahí empieza el trabajo de investigación de este hombre y de quien le va a ayudar, una nueva vecina, Vydia, embarazada, recién instalada en el edificio con su novio Michael ( Russel Tovey, 'Being Human'). Al actor que interpreta al prota muchos lo recordaréis con el pelo mucho más largo y en un personaje completamente opuesto al que nos encontramos en esta serie: David Threlfall fue Frank Gallagher de la 'Shameless' británica.
Poco a poco iremos conociendo a los vecinos, casi todos sospechosos del (presunto) crimen: las dos vecinas, pareja, Peggy y Elaine, tan distintas, de las que conocemos a Indira Varma, por sus papeles en 'Roma', 'Luther', 'Silk' o 'Hunted'; el divorciado, Kieron ( Steven Mackintosh, 'Luther') con su hijo Adam; el profesor de matemáticas, Joe ( David Bamber, 'Roma' ), y la extraña inquilina, Liz. Capítulo a capítulo vamos entrando en sus casas, conociendo sus miserias y la relación que cada uno de ellos tenía con Melissa.
Para los fans del género, y sin haber visto el final, es una miniserie muy recomendable. Los personajes no son nada planos y sus dramas son atractivos. No sólo se trata de resolver un crimen teniendo al espectador pendiente de la investigación: también engancha por las historias personales que vamos conociendo, puerta a puerta, en ese pequeño pero intenso edificio/escena del crimen.
En fin, ya me diréis qué os parece. Y si el final resulta ser decepcionante (no, no lo es, añado), me veréis volver a esta entrada para dar un aviso a navegantes.