'Whatsapps, comunicación y más' (lunes, 24 de febrero de 2020)'Whatsapps, comunicación y más'
Cope Alto Aragón (Cope Barbastro) 106.9 FM
Buenos días:
El pasado sábado, mientras hacía un repaso a la prensa, me topé con un artículo del diario El País que me hizo pasar un rato muy divertido. La crónica, firmada por Emilio Sánchez Hidalgo, se titulaba: “Cuando mandas mensajes o correos electrónicos y sale mal”.
Y es que, ¿cuántos mensajes hemos enviado a los destinatarios equivocados? Ya sea mediante whatsapp o correo electrónico, o incluso a través de llamadas telefónicas y no necesariamente como emisores, sino también como receptores. Yo, al menos, recuerdo haber recibido alguna llamada telefónica y confundir a mi interlocutor y propiciar alguna situación entre surrealista y desternillante.
En el artículo de Sánchez Hidalgo, el periodista recopila algunos de los casos más graciosos, al menos para el público lector. Yo me quedé con algunos de ellos. Por ejemplo, el de un estudiante que envía un whatsapp a su grupo de amigos y en el que se puede leer: “Chavaleeeeees, no volvemos a clase despuesdel recreo. Vamos a mi casa a jugar al Fifa”. La respuesta no tiene precio: “Muy bonito está eso, ya hablaremos...”. Lógicamente, la réplica no era la de ninguno de sus colegas, sino la de su madre, ya que el chico se había confundido y había enviado el mensaje al grupo de whatsapp familiar.
Seguimos con otro mensaje estudiantil, en este caso el de una universitaria que escribió al grupo de trabajo de clase para decir que se encontraba mal, por lo que no podía quedar para hacer un trabajo de la facultad. Inmediatamente escribió a sus amigas, que se encontraban en la terraza de un bar, para que le fueran “pidiendo una cerveza”. El asunto no tendría mayor trascendencia, a no ser que la joven se equivocara, como fue el caso, y hubiera mandado este mensaje de nuevo al grupo de compañeras de clase. Hay que decir que desde octubre de 2017 se pueden borrar, en una determinada franja de tiempo, mensajes que has escrito en la aplicación recientemente adquirida por Facebook. Sin embargo, paradójicamente, cuando precisamente borramos un whatsapp que hemos escrito, a los receptores les aparece el mismo aviso que a nosotros de que hemos eliminado un mensaje.Un tercer episodio de la crónica de El País que me hizo sonreír fue el de una persona que se quejaba del “peor jefe del mundo” y que advertía que “un día de estos” entraría “en su despacho” y se lo diría “todo a la cara”. Como pueden suponer, el mensaje no llegó al destinatario deseado, sino al propio jefe, que un minuto más tarde respondía con un escueto: “Cuando quieras”. Echando mano del refranero popular podemos recordar aquello de que “Quien tiene boca, se equivoca” e, incluso, “Quien tiene boca, se equivoca, y quien tiene culo, sopla”. Así pues, cuidado con aquello que decimos porque como dice un viejo proverbio: “Somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras”.Desde la capital del Somontano, ¡Feliz semana!
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