“When you’re out of the blue and into the black”: Un año después…

Publicado el 10 septiembre 2010 por Esbilla

There’s more to the picture
Than meets the eye.
Hey hey, my my

Esta es una de esas cosas. Hace hoy un año comenzó la esbilla. 10 de septiembre. Lo hizo con el que considero el mejor film de entre los dirigidos por el mito Naschy -El huerto del francés, un terrón brutal arrancado de la España negra- debido a que el, luego fallecido, “primer hombre-lobo guionista de la historia” había cumplido 75 años unos dias antes y bien merecía un, recuerdo y un homenaje, por extraordinariamente modesto que fuera, que lo fue. Nunca pensé que este sitio llamaría gran cosa la atención, no por una humildad mal entendida o por una falta de confianza en su interés, no. La idea, el estilo que pretendía imponer estaba claro desde el mismo origen. Pensaba que sería, a la vez, una marca de distinción y una garantía minoritaria lo aceptaba con gusto y un punto de orgullo elitista. No oculto que la pretensión (¡y vaya pretensión!) era la de plantear un campo de juego difícil. Para mi sorpresa cuanto más estrechaba este camino, más llamaba la atención. Resulta que, ahí fuera, existe un nada despreciable puñado de gente a la que le gusta tener que leer las cosa tres veces, entre ellos algunos con un criterio que para mi vale más que el oro del Perú y que consciente e invaluablemente colaboraron a hacer visible este sitio tal y como es, sin tener que desnaturalizarlo.

Después de todo y de un modo extrañamente “austeriano”, Paul Naschy vuelve a ser el objeto de la esbilla pero pareciendo lo mismo, es su exacto opuesto. Ya no está escrito para un abigarrado rincón oscuro donde cabíamos dos o tres, ya ha pasado todo lo que conté antes y una de esas personas fundamentales me pide que escriba algo para él. Cree mi voz resulta personal y tiene interés por unirla al coro que recluta para ese Dossier sobre el divo que cada viernes se actualiza . Esto ha pasado varias veces y con distinta gente, en sitios pequeños y en otros que leen miles, entre profesionales y junto a entusiastas. Salto del personalismo al encargo. De repente no soy uno sino muchos. Que raro suena dicho así. Hasta he llegado a pensar que lo que escribo aquí puede tener validez real, incluso una transcendencia de la que debo responsabilizarme. Peor todavía, por momentos he creído que era bueno, bueno de verdad. En fin... gracias a los de la primera hora, a los verdaderos creyentes, a las víctimas circunstanciales, a los que solo pasan a preguntar, a los que se asoman al escaparate y a todos los demás también.

Pero alto ahí, no os lancéis (si es que alguien se lanza, claro que hablar así sobrepasa cualquier delirio de grandeza) a dar palmadas en la espalda todavía, el domingo habrá algo especial, algo “metabloguistico”, una entrada no para celebrar los éxitos sino para acordarse de lo olvidado y dar la oportunidad a 12 entradas que pasaron sin pena ni gloria de tener su segunda vida. Si alguno de entre los que estáis ahí fuera tiene ese día la peregrina idea de comentar, agradecería, igualmente, que manifestarais cuales han sido vuestras reseñas favoritas de este año, cuales carecían de interés o se pasaban de redichas e, incluso, que (o a quién) os gustaría ver por aquí.Por cierto ese “Forgotten, but not gone” que sirve de cabecera y motivo, es el título de esta balada rompecorazones del gran Robbie Fulks, uno de los pocos que lleva la antocha del country genuino, sin adulterar. Os dejo con él, hasta luego: