La música, las imágenes, los solos de batería, los personajes, los actores, todo en perfecta sintonía gracias a las manos de Chazelle, el cual también escribe el guión. Las imágenes y las escenas están cortadas con un perfecto montaje. Y los actores elegidos, dudo se podría haber hecho mejor.
La ambición, la búsqueda de la perfección, de los sueños por encima de todo, incluso de dejar de lado todo lo demás, desde familia, amigos o amores, en definitiva, una buena muestra de la pasión que podemos llegar a tener por nuestros sueños, y una buena muestra de lo bueno y también de lo malo que nos puede dar esa persecución.
Una película para no perderse, y que junto a Birdman, quizá ya tengamos dos serias ganadoras a mejores películas del año 2015 que acaba de empezar. Muy recomendable.