Entre las nominadas a Mejor Película para los Oscar 2015 aparece Whiplash, del joven Damien Chazelle, quien nos sorprende por su capacidad para contarnos una historia marcada a fuego por la obsesión, el compromiso máximo y los conflictos tanto internos como externos que pueden desprenderse de la persecución de un sueño. Cine independiente que resulta difícil de clasificar dentro de un género. No se trata de un drama típico; la obra del director de apenas 30 años posee fuerza, adrenalina y una dinámica que permite mantener la expectación a todo momento.Whiplash nos remite a la cotidianidad de Andrew Neiman (Miles Teller), un adolescente que se empeña en mejorar sus aptitudes como baterista de jazz, estudiando en un reconocido conservatorio. Su vida da un giro importante cuando es convocado por Terence Fletcher (J. K. Simmons), un profesor con un oído agudo para la música, pero cuyos métodos de enseñanza no son los más ortodoxos. Fletcher presiona a sus dirigidos a niveles límite, quiere exprimirlos para sacar lo mejor de ellos. El desafío para Andrew está dado no solo en crecer, sino además en medir hasta qué punto es capaz de tolerar en cuanto al maltrato ejercido por el docente.
LO MEJOR:las actuaciones, sobre todo la que lleva adelante J. K. Simmons. El ritmo con el que se desarrollan las escenas. La tensión.LO PEOR:puede que alguna que otra instancia que no resulte meramente creíble.
PUNTAJE:8,5