* [Pincha aquí para escuchar la música recomendada para leer este post]. El 10 de mayo, Disney+ presenta la nueva temporada de Doctor Who, el clásico por excelencia de la ciencia-ficción catódica británica. Ncuti Gatwa (Sex Education) encarnará al Decimoquinto Doctor y, como podemos ver en el tráiler oficial, el resto del reparto incluye también dinosaurios, ya que la cabina que suele transportar al crononauta acaba en el Mesozoico.
Pero, ¿quién es Who? Efectivamente, se trata de una pregunta trampa: ¿Quién es quién? (seguro que a muchos les recordará a un conocido juego de mesa). A finales de 1962, el canadiense Sydney Newman es contratado como director creativo por la BBC, donde el año siguiente ideó una serie de espíritu educativo (pretendía aprovechar la trama para ilustrar sobre ciencia e historia) de ciencia ficción junto a Cecil Edwin Webber y Donald Wilson, que parece que fue quien aportó el nombre. Podemos confirmar que Wilson no se inspiró en los Who, pues aunque habían debutado en 1962, en aquel entonces eran conocidos como The Detour (joer, qué parecido a "Doctor"), cambiando su nombre a The Who cuando entró en la banda el batería Keith Moon, en febrero de 1964.
En noviembre de 1964 se publicó el primer cómic sobre el personaje, tratando de capitalizar el tirón de la serie. Al no necesitar de los caros efectos especiales necesarios para darles vida en la pantalla, los dinosaurios pronto se hicieron sitio en las viñetas del crononauta. Neville Main dibujó "Prisoners of Gritog" en TV Comic Special Holliday 1965, donde vemos al doctor subirse a lomos de un saurópodo.
En 1967 aparece seriada en TV Comics la aventura The Monsters from the past (Roger Noel Cook/ John Canning) y en 1972 The planet of the Daleks (Dennis Hopper/ Gerry Haylock en TV Action), sin relación con los episodios emitidos el siguiente año por televisión con el mismo título, donde un grupo de ceratópsidos pone en apuros al Doctor. En Nova (1973, en TV Comics #1139-1145), Haylock ilustró también las aventuras del Doctor en el planeta de los Spidrons, habitado por criaturas similares a pterosaurios y terópodos.
Volviendo a la pequeña pantalla, en el segundo serial de la séptima temporada, “Doctor Who and the Silurians” (1970), el Doctor se encuentra con los silúricos, unos seres reptilianos que despiertan tras estar millones de años hibernados en el interior de la Tierra por temor al choque de un planetoide (que finalmente es retenido por la fuerza gravitatoria del planeta y se transforma en la Luna), y un tiranosaurio le pone en apuros (apenas le vemos el rostro un segundo). El guionista del serial, Malcom Hulke, publicó una novelización bajo el título Doctor Who and the Cave of Monsters (1974).
“Invasion of the Dinosaurs” (Paddy Russell, 1974) ocupó seis episodios de la undécima temporada y presenta una invasión dinosauriana de Londres, como resultado de una manipulación del tiempo. Los efectos no eran muy allá y no fueron muy bien recibidos, aparte de recibir críticas porque el supuesto tiranosaurio tenía aspecto de alosaurio (lo que, por otra parte, era muy habitual en esa época en los mundos de ficción). Hulke volvió a publicar una versión novelada, que se tituló Doctor Who and the Dinosaur Invasion (1976).
El primer serial de la decimotercera temporada, “El terror de los zigons” (Douglas Camfield, 1975), narra el aterrizaje de una nave extraterrestre en el lago Ness. Los zigons traen consigo una enorme criatura acorazada, parecida a un dinosaurio, que dará pie a la leyenda. Terrance Dicks la noveló como Doctor Who and the Loch Ness Monster (1976).
En “The Mark of the Rani” (Sarah Hellings, 1985), tercer serial de la temporada 22, el Sexto Doctor se enfrenta a otra gran antagonista, la Rani, que tiene un embrión de tiranosaurio que, debido a una pérdida accidental de tiempo de su TARDIS crece hasta hacerse adulto. En “Time and the Rani” (Andrew Morgan, 1987), primer serial de la temporada 24, la Rani planea viajar al Cretácico para salvar a los dinosaurios de la extinción.
En 1989 se emitió la última temporada, pero si alguien pensaba que Doctor Who no tenía más que decir, estaba muy equivocado.