WikiLeaks: datos, opiniones públicas y opiniones publicadas

Publicado el 05 diciembre 2010 por Noblejas

Jugando como un malabarista de perplejidades en las palabras, El Roto ha planteado una cercanía estricta entre los datos y las opiniones, algo que a fin de cuentas nada impide que así sea.

Al menos en el contexto de WikiLeaks, en donde -personificado en Julian Assange- resulta ser un mensajero de datos y opiniones al que se pretende matar por parte de quien recibe noticias que considera opiniones y datos que, todo lo verificables e innegables que son, considera sobre todo perjudiciales.

Imagino que por "perjudiciales" puede entenderse, en términos de opinión pública, "perjudiciales para quienes deberían dimitir y no lo hacen (ni parece que piensen hacerlo)": desde, por ejemplo, la Sra. Clinton que ha dedicado varios días a alabar públicamente a los dignatarios denigrados en los mensajes privados (de publicidad) ahora publicados, hasta los responsables de sus sistemas de seguridad en la comunicación, y tantos otros.

Es sorprendente que nadie haya dimitido. O quizá no es sorprendente, si resulta que se culpa y demoniza al mensajero, a WikiLeaks, a Julian Assange.

Wikileaks y sus filtraciones han dado y darán mucho que pensar. No sólo a políticos o empresarios y sus sistemas de comunicación y seguridad. No sólo a los profesionales o académicos de la comunicación. No sólo a los ciudadanos, cuando resulta que lo ya sabido, al menos en buena parte -lo que ya formaba parte de la "opinión pública"- ahora pasa a formar parte de la "opinión publicada".

Los "datos" sueltos, los dimes y diretes, al quedar juntos y estampados en los periódicos, y con el refrendo de fuentes diplomáticas no puestas en causa, se convierte en "opiniones". Interesante perspectiva.

Dicho sea de paso, esto proviene de pensar por un momento en los puntos 5, 6 y 7, de las 10 Tesis sobre WikiLeaks de José Luis Orihuela.