“Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha cerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.”
William Blake
Las bodas del cielo y el infierno (fragmento)
A caballo entre el XVIII y el XIX, William Blake fue un poeta, pintor y grabador inglés.
Sus visiones, denominadas místicas por los estudiosos, son un elemento esencial para entender su obra, que trasciende la limitación de los sentidos para adentrarse en ese infinito inabarcable pero para él no inalcanzable.
No sólo en el arte fue un adelantado a su tiempo, también en términos sociales, estuvo en contra de la esclavitud, y de esa otra esclavitud encubierta que suponían los matrimonios de conveniencia.
Creía en la igualdad sexual y racial y en la libertad de elección de los matrimonios por amor.
Y a pesar de todo esto, muchas de las personas ajenas a las artes que conocen su nombre no lo conocen por nada de esto, sino por la referencia a sus versos por parte del psicópata o asesino en serie de turno en thrillers y series varias, una situación que me da pena, mucha pena.
Es por eso que quise traerlo al blog, para reivindicar, desde las limitaciones de este espacio y las mías propias, al hombre y al nombre.
Recuerdos, acudid
y acordad vuestras alegres notas;
y, mientras en el viento
vuestra música flota,
escrutaré la corriente
donde sueñan los suspirantes enamorados
para pescar en ella fantasías cuando pasan
en el acuoso espejo.
Beberé las aguas del claro riachuelo
y oiré el canto del jilguero
y allí me tumbaré a soñar
todo el día;
y al llegar la noche me dirigiré
a lugares aptos a la pesadumbre
caminando por el oscurecido valle
con la silenciosa Melancolía.
Siempre me gustó la palabra Melancolía,
siempre me emocina la melancólica visión de la vida de los poetas.
Gracias fan