Revista Filosofía

William James y la filosofía como experiencia del mundo (III)

Por Zegmed

William James y la filosofía como experiencia del mundo (III)

Antes de aventurarnos por ese camino, sin embargo, creo que hay algo que se nos está escapando y que nos obliga a dar un paso hacia atrás. Si bien la aproximación de Perry es acertada, sostengo que se concentra desde el inicio en la parte propositiva del pensamiento jamesiano, lo cual es correcto, aunque pasa por alto una cuestión que por su importancia para esta tesis no debemos perder de vista. En ese sentido, quisiera dedicar unas líneas a hablar de lo que podríamos llamar la meta-filosofía de William James. Se trata, entonces, de un examen de las condiciones a la base de su reflexión, del modo de realizar su trabajo intelectual. Detenernos en este aspecto de su pensamiento resulta fundamental para un trabajo como el que aquí me propongo ya que es, justamente, ese suelo meta-filosófico el suelo primordial que subyace a toda su reflexión y el que nos permitirá trazar una ruta que la extienda.

Debo confesar que fue Gregory Pappas quien en una de sus recientes conferencias en Lima[1] me permitió notar que, como a Perry, se me estaba escapando este problema. Tanto en su exposición como en mi diálogo posterior con él, pude reparar en la relevancia de la precisión que se estaba introduciendo al rescatar la dimensión meta-filosófica del pragmatismo clásico. Quizá para algunos parezca una distinción trivial; me interesa, sin embargo, defender su importancia. Como sugiere Douglas Browning en relación a Dewey, aunque con palabras que calzan igualmente bien para el caso de James:

“Entender la comprehensiva y, en sus detalles, sobrecogedora complejidad de la filosofía de John Dewey requiere tomar en cuenta su visión de las tres fases esenciales de la experiencia, es decir, 1) la experiencia de cada día como el punto de partida de todos nuestros intentos de realzar el significado de nuestras vidas, 2) el proceso de transformación experimental de dicha experiencia y 3) la experiencia del logro consumado. […], la primera fase ha sido muy a menudo dejada de lado. Esto es desafortunado si se tiene en cuenta que la noción que Dewey tiene de experiencia, que es la clave para comprender la importancia de cada una de las fases, es inicialmente configurada en el punto de partida y desplegada a partir de él”[2].

Considero que se trata de un aporte valioso considerar el asunto en estos mismos términos cuando nos referimos a William James. Evadir el peso que implica la cuestión previa de la experiencia como condición de posibilidad de todo desarrollo teórico ulterior en James se convierte en algo inconducente que termina por mutilar la novedad del pensamiento de este pragmatista clásico. En ese sentido, la amonestación de Pappas respecto de la mínima atención que han prestado los neo-pragmatistas —pensemos en Rorty y Putnam, por poner un ejemplo— a lo meta-filosófico es importante. En el caso concreto de John Dewey, que es el autor que estudia Pappas, la cuestión se hace clara cuando se examinan ciertas lecturas desencaminadas, justamente, por obviar el “punto de partida de la experiencia”[3].

Pues bien, teniendo en cuenta que Dewey “explícita y firmemente se alía con el radical empiricism de William James” y, además, que hablar de empirismo en filosofía “no significa ser científico, sino, más bien, tomar la experiencia como punto de partida”[4]; creo que resulta necesario ser consecuentes con la primacía de la experiencia para James y no perderla de vista en tanto ella constituye el suelo primordial de su filosofía. Sin los cimientos de la experiencia, ningún paso ulterior en este estudio será comprendido en su real dimensión.


[1] Me refiero a su presentación “La metafilosofía de los pragmatistas clásicos”, en el marco de sus conferencias “Vigencia y relevancia actual del pragmatismo clásico” dictadas en el Auditorio de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú los días 25 y 26 de mayo del 2009. Agradezco a Goyo Pappas su gentileza y su interés en ofrecerme pautas para entender de mejor modo este problema. La lectura de su reciente libro sobre la ética de John Dewey ha sido, probablemente, el mejor camino para ello.

[2] Browning, D. “Understanding Dewey: Starting at the Starting Point” (ponencia presentada en el XIV Congreso Interamericano de Filosofía, Puebla, México, 19 de Agosto de 1999). Citado en Pappas, G. John Dewey’s Ethics. Democracy as expierence. Bloomington and Indianapolis: Indiana University Press, 2008.

[3] Cf. la importante nota 19 a la Introducción al libro citado. En ella Pappas hace un recuento de “malas lecturas” de Dewey que hallarían su fuente en el olvido del “starting point”.

[4] Pappas, G. Op. Cit. p. 11.


Archivado bajo:Pragmatism, Pragmatismo, William James Tagged: Gregory Pappas, John Dewey, Radical Empiricism, Ralph Barton Perry, William James
William James y la filosofía como experiencia del mundo (III)

Volver a la Portada de Logo Paperblog