El enorme éxito comercial de la película Willow, estrenada en 1988, dirigida por Ron Howard y producida por George Lucas, con guión de Bob Dolman sobre una idea del propio Lucas (que, según dicen, quería adaptar "El Hobbit" de Tolkien y, no pudiendo, desarrolló su propia historia), propició una serie de productos derivados como una máquina recreativa, un videojuego, una novela gráfica por parte de Marvel Comics, y esta novelización del guión original, firmada por Wayland Drew.
Por si queda alguien que no la conozca, "Willow" es una historia de Fantasía heroica y Aventuras, ambientada en un mundo mágico de ambientación medieval y, como tantas veces en el género, se desarrolla bajo el esquema del Héroe de las mil caras y trata el enfrentamiento del Bien contra el Mal.
El Mal está encarnado por la hechicera Bavmorda, que ha formado un ejército temible, comandado por su hija Sorsha y por el poderoso general Kael, cuyos Perros de la muerte rastrean sin descanso valles, bosques y poblados en busca de Elora Danan, la niña señalada por la profecía para derrotar a Bavmorda. Elora Danan nace en el castillo de Nockmaar, fortaleza de la hechicera, pero es puesta a salvo cual Moisés, en una canastilla en un río. Toda la Naturaleza colabora para llevarla hasta el héroe de la historia: Willow Ufgood.
Willow es un nelwyn, un ser de baja estatura que vive tranquilo en el valle de Nelwyn, en su granja, con su mujer y sus dos hijos. Su aspiración es ser un gran mago, aunque sólo sabe hacer un par de trucos de ilusionismo, y no demasiado bien. Los Perros de la muerte llegan al valle buscando a la niña, y el Consejo de los nelwyn encarga a Willow alejarla del pueblo y entregarla a los daikini (los humanos, para entendernos).
Willow se verá embarcado, a su pesar, en una aventura en la que tendrá que buscar al hada Fin Raziel, devolverle su forma humana y entregarle la vara mágica de Cherlindrea, la reina de las hadas; buscar la mítica ciudadela de Tir Asleen; huir del ejército de Nockmaar, enfrentarse a un hombre-tiburón, a duendes de las montañas, a un enorme monstruo de dos cabezas y a la mismísima Bavmorda. A su lado tendrá a Madmartigan, un vagabundo mujeriego, ladrón y buscavidas de dudoso honor, pero el mejor espadachín de todos los tiempos, y Franjean y Roolf, dos diminutos elfos marrones, no demasiado valientes, pero incapaces de perderse una aventura.
Sobre esto, la novela incluye varios relatos enmarcados que amplían la historia de varios personajes, que ganan así profundidad, y el trasfondo del mundo en el que transcurre la trama. Se nota la mano de George Lucas en el personaje de Madmartigan (en la película, un Val Kilmer en estado de gracia), que parece un trasunto de Han Solo. La novela explica algunos hechos alrededor de Elora Danan, como que los animales, las hadas y las plantas la protejan por orden de Cherlindrea, que en la película parecen fruto de la casualidad.
"Willow" tiene muchos paralelismos con "El Hobbit" de J.R.R. Tolkien: las dos son historias de personas tranquilas y sencillas que llevan vidas hogareñas y se ven envueltas en aventuras que no desean correr, para terminar viviendo experiencias épicas y heroicas, y salvando el mundo en el que viven. En "Willow" hay mucha acción, batallas, combates a espada, humor (aunque menos que en la película, donde es elemento fundamental), una historia de amor esperada (la de Madmartigan y Sorsha), buenos personajes, muertes heroicas, sacrificios honorables, justicia y el final que todos esperamos: el Bien triunfa sobre el Mal y la paz se restablece.
Narrada de manera funcional, sin alardes, "Willow" es una lectura divertida, que ofrece lo que promete. Tal vez no trascienda a la Historia de la literatura ni cambie la vida de nadie, pero no defrauda si se lee con complicidad, y entretiene durante un par de tardes, que ya es mucho.
El éxito de la novela llevó a George Lucas a publicar una trilogía, escrita por Chris Claremont (el de los cómics de la Marvel) entre 1995 y 1999, titulada Chronicles of the Shadow War, que no fue traducida al castellano.