Miércoles, 24 de noviembre de 2010
La vida, el amor, la soledad, la muerte y, por qué no, el propio sentido de la vida, están presentes en Wilson. A modo de pequeñas historias de no mas de una página, iremos siendo testigos del presente y futuro del personaje, un tipo abocado a la mediocridad y enfrascado en una vida aburrida y llena de pequeños fracasos. Su mirada cínica y casi destructiva del mundo y sus habitantes, nos descubrirá al Wilson interior, a una persona que no está tan lejos de ser normal. O, y ésto es lo peor, es normal y todos tenemos algo de él.
Daniel Clowes, experto en personajes marginales y asociales, muestra en episodios esporádicos del personaje, como transcurre la vida de Wilson. Esos episodios pueden ir desde lo mas trascendente, la muerte por ejemplo, o un simple paseo por el parque. La cuestión es mostrar una distorsionada imagen de las conductas sociales, de las reglas que marcan nuestra existencia. Wilson es cínico, torpe, sociopata, misógino y marginal. Toda una joya, vamos. Lo mejor es que, conforme avanza la historia, vemos que Clowes conforma un puzzle vital que te hace comprensible a Wilson, aceptándole como es. Lo mismo me ocurrió con la novela El Lamento del Perezoso, de Sam Savage, donde a base de cartas personales y comerciales, terminas por entender al personaje.
En definitiva, un buen cómic para iniciarse en otro tipo de lecturas mas adultas. Recomendado para todo aquel que quiera evadirse por un rato del cómic de superhéroes.