Un retrato muy verdadero, muy americano, que no se esconde en vagos espejismos de una sociedad que quisiera ser y no lo logra. El ser humano frente a sus problemas como tal. Nadie es especial por tener algo, sino por ser como es. El individuo luchando contra sí mismo y, contra su entorno. Una actuación muy buena, como es habitual, de Paul Giamatti y, una sorprendete, puesta en escena del joven protagonista, Alex Shaffer, que se estrena en la gran pantalla gracias a sus habilidades en el deporte de la lucha libre de instituto, algo que le da "genialidad" a la historia. Os dejo, como siempre, una breve sinopsis:
"Mike Flaherty (Giamatti), un abogado sin demasiada suerte en su trabajo, dedica su tiempo libre a entrenar a los muchachos de una escuela de lucha libre. En un momento dado, Mike asume la defensa de un viejo cliente con la esperanza de mantenerse a flote y sacar de apuros a su familia. Sin embargo, cuando el nieto adolescente de su cliente, toda una promesa deportiva, escapa de casa y y se va con su abuelo, la vida de Mike dará un giro completo". (filmaffinity.com)