Desde las cañerías de su propio buffet, el cual no es que tenga mucho volumen de trabajo que digamos, hasta los patéticos combates del equipo de lucha libre que entrena. Su suerte (al menos en parte) parece que cambia justo cuando como abogado de oficio lleva un caso en el que de la forma más rocambolesca acaba aceptando la tutela de un cliente con los primeros síntomas de demencia...
De la interpretación de Paul Giamatti no se puede decir nada malo, está en su salsa, es por méritos propios el abanderado (desde American Splendor) del antihéroe americano y en esos parámetros se mueve como el rey del mambo. Mike Flaherty (su personaje) es una buena persona pero no es un abogado agresivo y con carácter y eso es algo determinante en su vida, que provocará que se vea económicamente con la soga al cuello. ¿Las malas decisiones traen buenas consecuencias? Eso sin contar con las novedades en su vida y el giro que toma su increíble equipo de lucha libre.
Amy Ryan es su fabulosa esposa Jackie, una mujer cariñosa, compresiva, madre protectora y de gran sentido del humor (le gusta Bon Jovi, me recuerda a una de nuestras feligresas wasaberas ;) ). Ella es la fuente de equilibrio de su marido y proporciona la dosis de cordura y compresión en los momentos díficiles (y algún que otro arranque divertido a lo madrecoraje). Hollywood debería tratarla mejor, es una actriz todoterreno...
Bobby Carnnavale (¡menudo cambio!) se pone la piel de Terry Delfino, el mejor amigo de Mike y despiadado administrador de fondos financieros que en esencia es un macarra bonachón al que su expareja le ha dado la patada por un bricohombre fornido y le está costando encajar el golpe (remontar, buscarse metas, salir adelante, asumir que su vida ha cambiado...misión nada fácil). Aunque ser la conciencia y el tercer entrenador del desastroso equipo de lucha libre le dará cierto brío a su vida.
No detallaré el resto de personajes (que están a la altura), pero sin ser una gran película, en ella encontraréis buenos personajes con los que es fácil empatizar y escenas cotidianas que destacan por su original enfoque.
A título personal, si algo me ha gustado es el tono agridulce y sencillo y puede que se eche en falta que fuera más cínica pero de todas maneras es muy recomendable.
¡¡Saludos wasabitas!!