El día de Nochebuena, después de haberse quedado divagando en un parque tras el trabajo, Dejiko tropieza con tan mala suerte que destroza los pasteles que su jefe le había regalado al cerrar. Takurou, un joven que pasaba por allí, va a ayudarla y, al ver el desastre de los pasteles, le regala su tarta para animarla. A partir de ahí los encuentros de ambos harán saltar una chispa muy dulce con una sombra de duda: ¿quién es la atractiva mujer que vive con él?
Reseña
Una vez vistos debo hacer una pequeña rectificación del inicio de la reseña y es que quizás no sean del todo adecuados en realidad para las fechas en que estamos pues su título engaña un poco dado que en los dos capítulos que forman estos OVAS llega a transcurrir un año entero, pasando por todas las estaciones. Detalle tonto a comentar, no hay más.
Que cada cuál interprete la conexión entre ambas obras como pueda/quiera. Yo me imagino algo en plan de que todo aquello fuese una fantasía, un juego infantil que quedó atrás al crecer, algo que se podría confirmar en el opening con la mirada de nostalgia que lanza Dejiko a una niña que va con un gorrito de orejas de gato. O sino, simplemente, considerar que son obras que no tienen nada que ver y disfrutarlas por separado cada una en su estilo.
En realidad, no hay mucho que decir de Winter Garden: son dos OVAS de corte slice of life con un toque romántico y un enfoque maduro, sobre todo si pensamos de dónde venía la serie original. Son muy sencillos y entretenidos, desprendiendo calma y naturalidad en las acciones de los personajes, sin grandes estridencias. No os sacarán carcajadas ni lágrimas en los momentos más dramáticos, pero son agradables de ver. Además, la parte de "drama" como tal no acaba de funcionar porque el tema de la "mujer que vive con Takurou" tiene una resolución que se ve venir a leguas desde el primer momento y que dejará a todo el mundo satisfecho.
Hay que reconocer que, para ser ya adultos Dejiko y Takurou, son bastante parados y un poco sosainas. Por suerte Puchiko mete un poco de pimienta en los capítulos, lo que se agradece. Por lo demás, no hay secundarios de relevancia de los que decir nada.
De la animación se encargó J.C. Staff y el trabajo es bastante decente, sin alardes ni detalles muy destacables pero manteniéndose correcto en lo que dura esta mini-serie. El diseño de personajes me parece muy mono, así, tan redondito lo que suma puntos en lo que a visionado agradable se refiere.
Si os apetece ver algo corto, dulce y simpático, aquí tenéis una buena elección para un rato aburrido durante una tarde. La única pega que le puedo poner es que el final resultan un tanto abrupto y deja por completo en el aire, a la imaginación de cada cuál, cómo se desenvolverá la pareja a partir de ese momento.