En el vídeo se ha suprimido el primer recitativo, seguramente por las limitaciones temporales que impone Youtube, la interpretación corre a cargo de Dawn Upshaw. se grabó en el Festival de Glyndebourne de 1996 y contaba con dirección escénica de Peter Sellars y musical de William Christie. Sabemos que en tiempos de Haendel los oratorios no se representaban pero Theodora, por su carácter de drama personal, se puede adaptar muy bien a la escena:
RecitativoO thou bright sun! How sweet thy raysTo health, and liberty! But here, alas,They swell the agonizing thought of shame,And pierce my soul with sorrows yet unknown.
AriaWith darkness deep, as is my woe,Hide me, ye shades of night;Your thickest veil around me throw,Conceal'd from human sight.Or come thou, death, thy victim save,Kindly embosom'd in the grave.
Sinfonía
Recitativo
But why art thou disquieted, my soul?
Hark! Heav'n invites thee in sweet rapt'rous strains,
To join the ever-singing, ever-loving choir
Of saints and angels in the courts above.Aria
Oh, that I on wings could rise,
Swiftly sailing through the skies,
As skims the silver dove!
That I might rest,
For ever blest,
With harmony and love.
Oh, that I on wings. . . da capo TEODORA: ¡Ah, radiante sol! ¡Qué dulces son tus rayos en libertad! Pero, aquí, ¡ay! mi pensamiento se vergüenza
y mi alma gime esperando pesares desconocidos.
Sombra nocturnas:¡esconded mi profundo pesar!¡Cubridme con densos velos que me hagan invisible al ojo humano!
¡Ven muerte, ven a salvar a tu víctima!¡Ocúltala en la profunda tumba!
(Sinfonía)
Alma, ¿de qué estás temerosa?... ¿No oyes? El coro de los bienaventurados te invita a participar en sus jubilosos cánticos,
al lado de los ángeles y los justos.
¡Quién tuviera las alas de la plateada paloma para volar raudo por los aires y así descansar eternamente entre el amor y la armonía!¡Quién tuviera las alas... (Traducción: www.kareol.es).