La madurez sería la forma conclusa, una forma que, sobre todo, viene del conformarse a las convenciones, a la cultura dada, a los estereotipos, a lo gregario. La madurez sería, por tanto, la máscara social de una inmadurez individual que renuncia a alcanzar su propia forma y se somete.
*
Ataco todas esas Formas que dejan de ser para el hombre un cómodo abrigo y se convierten en un rígido y pesado caparazón.
*
Hay que abrir las ventanas de esta hermética casa y sacar sus habitantes al aire fresco, hay que sacudir la pesada, majestuosa y rígida forma que los abruma.
(Witold Gombrowicz, Contra los poetas, Sequitur, 2006. Traducción de Francisco Ochoa de Michelena).