La Autora Novata de hoy se llama Patricia del Carmen, tiene 14 años, es de Panamá, sus géneros favoritos son los libros de Fantasía, Aventura, Romance y Acción y sus sagas favoritas son cazadores de Sombras y los Origenes, Peter Pan y Los Juegos del Hambre.
- Sinopsis:
- Fragmento:
El olor a sangre era abundante, todo el aire tenía ese aroma y había marcas rojas por el suelo, arboles, en la hierba y en cada planta.
Caminaba por un bosque con Lilly, buscando a los demonios que habían causado todo este alboroto. Habían estado asesinando a gente a un ritmo muy acelerado, tanto que las personas ya habían empezado a notar que aquellos asesinatos no era muy comunes, las desapariciones incrementabanconsiderablemente y eran demasiados los cuerpos que se hallaban sin vida por las calles.Los mundados menos ignoraste ya se habían percatado de que eran seres sobrenaturales los que eran culpables de esta masa de crímenes aunque no sabían con exactitud que tipo de ser era. Mi amiga y yo habíamos oído por las calles a gente, de las cuales piensan que es muy rara pero en realidad tiene los ojos y oídosmás atentos que otros, que creían que eran vampiros o algún ser parecido.Pronto amanecería y en el bosque hacia mucho frio, mire a Lilly que parecía estar aburrida.-¿Cuando aparecerá algo emociónate?- pregunto ella aburrida.-Tu solo cálmate, por aquí cerca debe estar- le respondí.-Pero no quiero esperar, quiero...- decía pero cayo al ver algo, seguí su mirada.El demonio se alimentaba de la sangre de un humano mordiéndole el cuello del hombre. Tenía unos brazos musculosos de tanto haberse alimentado, su piel era gris, sus brazos y piernas muy largos.-¡Esto es de lo que me refería!- exclamó y sacó una espada- ¡hey, tu, cosa rara! ¿Listo para morir?El demonio voltio a vernos, algo de sangre corría por su cara, tenía cuatro ojos y un pequeño orificio por el cual, suponía yo, respiraba; tenia filosos colmillos y, para empeorar las cosas, tenía un tipo de bolsa en su espalda donde almacenaba la sangre que robaba, era un bicho feo pero muy normal para ser un demonio. Nos miraba con aquellos ojos negros, no tenía parpados.Saque mis dos sables y adopte una posición de ataque, esperando cualquier movimiento y lista para cualquier cosa.Otros dos más aparecieron caminando en cuatro patas, tenían la bolsa llena de sangre en su espalda. Se habían dado un festín.-Lilly, yo por la derecha, tu a la izquierda- le dije.-¿Porque tu siempre a la derecha?- pregunto Lilly.-Por que a ti te va mejor estando a la izquierda.-Pero yo no soy surda.-¡Pero te va mejor a la izquierda!- grite-No me grites- dijo imitando una voz de niña pequeña.-Tu me…No termine de hablar ya que uno de los demonios me empujo y me di contra un árbol, me levante rápidamente aunque estaba aturdida.-¡Lola cuidado!- me grito Lilly y vi que uno de ellos iba a envestirme, salte sobre él, me volteé y le lance uno de mis sables en dirección a su cabeza, pero lo esquivo y quedo enterrado en la madera. El demonio se levanto en dos patas, media como unos dos metros y medio estando así. Mire al demonio a los ojos, ambos sabíamos como matar, los dos éramos cazadores y ninguno de los dos estaba dispuesto a perder en esta pequeña pelea. Estos eran los momentos en los que me sentía mas libre al poder exterminar a los demonios que le hacían daño a gente inocente, ese era todo mi trabajo. Matar.Con un solo sable en mis manos me prepare para luchar contra aquel demonio, él también estaba listo… Y se lanzo contra mí.Me aparte y lo ataque con el sable, su piel era dura y no lograría hacerle mucho daño de esa manera. Seguí atacándolo, una y otra vez, tratando de enterrarle el sable en la cabeza pero el solo esquivaba. Esto me hacia enojar ¡Ataca! Pero los demonios nunca juegan limpio.-¡Lola, problemas por aquí!- escuche gritar a Lilly a mis espaldas.-También tengo problemas acá, querida- le conteste.A este paso nos cansaríamos y ellos terminarían matando… ¡Exacto!Ese era su plan, por eso no atacaban, sabían que podíamos matarlos pero estando cansadas no les haríamos mucho. Estado solas somos fuertes, juntas invencibles.Deje de atacarlo y lo mire, no hizo nada pero estaba muy atento por si intentaba alguna cosa. Empecé a retroceder lentamente.-Lilly, deja de atacarlos, lo que quieren es cansarnos y luego nos mataran.- le dije sin apartar la vista del demonio.-¿Qué planeas?- me pregunto cuando nuestras espaldas chocaron.-Escucha, yo me encargare de atacar a un por al frente y tu cortaras la bolsa de sangre que tiene en la espalda y para mas seguridad córtales la cabeza. Yo te cubro.Asintió y así hicimos. Corrí hacia el demonio que tenia al frente y lo ataque con el sable que tenia mientras que el seguía esquivando, en un momento se detuvo y veía el enorme charco de sangre que caía de su espalda y luego voltio atacar a Lilly que había aparecido atrás de el para cortar su bolsa de sangre. Aproveche el momento, salte y corte su cabeza.-¡AHUA, así es como se mata a un demonio!- exclamo Lilly y luego sonrió satisfecha.-No celebres aun,- le dije y volteé a ver los otros dos- todavía nos faltan.Se veía el enojo en los rostros de los otros demonios, ellos cazaban en grupos no más de a cinco, y cuando mataban a uno de sus integrantes pues, no suelen tener los ánimos muy altos.Ambos corrieron en cuatro patas hacia nosotras para envestirnos…Cuando estuvieron cerca nosotras saltamos sobre ellos y nosotras, con nuestras armas, les cortamos las bolsas de sangre que tenían. Al caer las dos nos volteamos a verlos, se retorcían de dolor en el suelo.-Lola, acabemos con esto, quiero ir a comer algo.-¿Quieres que cocine o vamos a algún restaurante?-¿Qué cocinaras?-Veré que puedo hacer- sonreí y mire a los demonios.Caminamos hacia ellos y les cortamos las cabezas, los reunimos y les encendimos fuego. Miramos como se quemaban y como las llamas danzaban sobre los cuerpos de los demonios; tengo que admitir que el fuego me hipnotiza, me encanta verlo y se muy bien que es capaz de destruir pueblos enteros pero al verlo me hace sentir cálida por dentro y, solo a veces, me encantaría poder tocarlo y jugar con el, pero sé que eso me causaría un grave daño.-Me encanta el fuego…- dije en un susurro.-Lo se, lo has dicho demasiadas veces, en cambio yo prefiero el hielo, el fuego hace demasiado daño- dijo ella y empezó a caminar.-No si lo usas de la manera correcta- replique.-Terminaras enamorándote del fuego mismo, o de alguien que lo controle.- No creo, pero eso no importa. Vamos a casa.