Hubo un maravilloso tiempo en el que adoraba los FPS, se podría decir prácticamente que era mi género preferido. Durante la década de los noventa ID Software (y un poco 3D Realms) inventaron los que, para mi, son los auténticos juegos antiestrés, juegos en los que había que pensar lo justo y en el que lo más importante era ser más rápido con el gatillo y mas hábil a la hora de protegerte.Con Golden Eye y Half-Life la tendencia de los FPS empezó a cambiar (aún así son juegos que adoro) hasta que se llegó al modelo Call of Duty que poco, o nada, tiene que ver con aquellos clásicos de los noventa con los que pasaba horas por el simple placer de usar la escopeta de dos cañones.
Wolfenstein The New Order me ha catapultado directo a mi infancia como ningún juego que haya intentado emular los FPS clásicos ha conseguido hasta ahora (ni Rage, ni Duke Nukem Forever por ejemplo). En el fondo es justo que así sea, no olvidemos que con Wolfenstein empezó todo en las turbias mentes de Carmack y Romero (¿habrá alguna vez una pareja de desarrolladores tan absolutamente carismática como fue esta?), eso sí, inspirados en la obra de Muse Software en los ochenta, y que Return to Castle Wolfenstein es el top de los juegos de disparos noventeros (como único borrón en la saga el juego de Raven Software para la generación de PS360, ya que incluso se lanzó un Wolfenstein RPG para móviles que era un must have).
Y es que el juego desarrollado por Machine Games hace pocas concesiones al jugador actual, tenemos botiquines y escudo, la regeneración de vida se limita a 20 puntos y las coberturas solo te permiten asomarte un poco. El desarrollo del juego es pasillero, repleto de enemigos que van desde masillas insignificantes a robots perro enormes y con muy mala leche, la munición nunca, o casi nunca, escasea y los enemigos valoran poco o nada su vida ante tu casi infinita capacidad de soltar plomo como si no hubiera mañana.El juego es violento, el juego es feroz, a penas tienes descanso y las situaciones tan épicas como absurdas se suceden sin parar durante el 90% de la entretenidísima aventura. Por ir directo al grano, la principal virtud de este juego es que es terriblemente divertido de principio a fin, no he tenido en ningún momento la tentación de dejarlo a medio acabar (que es algo que últimamente me ocurre con demasiada frecuencia) y siempre me ha tenido expectante con el desarrollo de la siguiente misión.
Que el juego sea tan brutalmente divertido disimula algunas carencias, eso es cierto, la infiltración y el sigilo son un chiste, a pesar de que en alguna zona concreta más te vale eliminar a los generales que pueden dar la alarma antes de liarte a tiros, y la IA de los enemigos es digna, precisamente, de la de un FPS noventero (posiblemente este punto sea totalmente buscado).Técnicamente se nota que es un juego entre generaciones, en PS4 hay algunas texturas que dan absoluta vergüenza y que le añade un toque costra al juego que tampoco le desentona del todo, y el modelado de los personajes podría ser bastante mejor, eso sí, muchos escenarios son bastante llamativos y el nivel con el que comienza el juego explota muy bien las virtudes del mismo para hacerle bastante llamativo.Como digo, estas carencias son absolutamente superfluas a la hora de valorar el juego en su conjunto, ya que divierte como pocos juegos de tiros me han divertido en los últimos años (tan acostumbrado ya a que se vuelquen en el multijugador abandonando la campaña).
Además aunque la historia sea una locura absurda (las de Kojima también lo son y la gente le pone de cineasta para arriba), tire de todos los tópicos del universo y no sorprenda en absoluto... cuenta con algo muy importante, cuenta con Blazkowicz, El Soldado Americano™ por excelencia de la historia de los videojuegos. Y es que nunca hay que infravalorar tener un personaje que despierte simpatía (y también un poco de nostalgia) en tu juego, puede parecer baladí, pero creo que aunque nuestro héroe de acción sea muy Male_Character tiene una personalidad bastante bien definida que pega mucho tanto con el tono como con el desarrollo de la aventura.Por otro lado hay algún detalle majo, como las historias alternativas que nos cuentan en audios o la posibilidad de resolver misterios para desbloquear modos y la posibilidad de jugar dos veces la aventura, ya que hay una decisión que condiciona parte del desarrollo (así como algunas pequeñas quests secundarias que te permiten desbloquear modelos de personajes).
Wolfenstein: The New Order es a los FPS lo que el último Tomb Raider a los juegos de acción/plataformas en tercera persona o lo que la saga Jungla de Cristal al cine, entretenimiento palomitero que quizás ni invente nada ni profundice demasiado en ningún aspecto, pero que ofrece unas impagables horas de diversión que te justificaran de sobra su adquisición.Puede que sea simple, sí, pero es que su simpleza bien entendida es un punto a su favor, y hacen falta más alternativas como esta a un género que está plagado de ofertas clónicas y sin carisma ninguno.
Sé que llego tarde a este juego y que muchas críticas positivas preceden a la mía, pero creo que no está de más volver a hablar de él ya que gracias a este título se ha vuelto a demostrar que se puede volver a los orígenes de los FPS sin perder frescura y ofreciendo un desarrollo acorde a las exigencias de hoy en día, lo cual no es poco. Sinceramente si no fuera porque justo me pilla con la salida de Metal Gear Solid V ya me habría pillado la expasión idependiente a modo de precuela (Old Blood), que me la dejo en la lista de deseados para cuando pueda.