Con su anterior trabajo el grupo consiguió afianzar su figura en Alemania dentro de las tendencias electrónicas y también a nivel continental ganó presencia y relevancia. Gracias a canciones como los singles “Once in a lifetime” y “Kuntsliche welten”, “Spectators” obtuvo unos resultados a nivel comercial y mediático razonables y el conjunto global de la obra se ganó buenas críticas en general.
A pesar de que sabíamos del carácter oscuro y a ratos introspectivo de Wolfsheim, dejó muy en fuera de juego el hecho de que para presentar “Casting Shadows” se escogiera como primer single la triste pero sobria “Kein zurück”; ¿quién sabe si en su título, de traducción al español “sin retorno”, se atisbaba en parte que Wolfsheim llegarían en breve a su final? Lo que sucede es que esta canción, que tras muchas, pero que muchas escuchas finalmente consigue llegarte, evidentemente no es nada inmediata, y además el hecho de que fuera de las composiciones en alemán del disco, por muy patriótico que les quedara de sus fronteras hacia dentro, lacraría la posibilidad de que Wolfsheim siguieran afianzándose a nivel internacional más allá de tierras teutonas.
No obstante, y aunque sea sin llegar al nivel de exigencia tan alto que marcó el anterior “Spectators”, hay que reconocer que “Casting Shadows” es un disco notable y solvente. Es quizás menos inmediato, pero tras llevar un tiempo interiorizándolo y casi sin darte cuenta, un día te paras a pensar sin saber por qué y resuelves que es un disco bastante bueno y agradable.
Y eso que se empieza con una composición poco frenética o arriesgada, que en parte concede el título al disco. “Everyone who casts a shadow” es un tema amable, que choca al ver la partida de Wolfsheim respecto a “Spectators” y que se vale de vocoders que a ratos continúan la letra que Heppner de forma hierática, muy a su estilo, se encarga de ejecutar. Un inicio curioso más que memorable, que pasará al olvido debido a que en el 2º lugar del set list se nos presenta una de las mejores composiciones del disco. Es “Care for you” sin lugar a dudas una de mis favoritas de Wolfsheim de todos los tiempos. Estamos ante un tema que destila melancolía y relajación a partes iguales. Nos enfrentamos a una calmada sensibilidad, plasmada de forma tan elegante y sinuosa a través de las melodías diseñadas por Markus y que Peter canta con bastante sentimiento. El estribillo es sencillo a más no poder, pero resulta que es lo importante, y sus repeticiones de palabras no son motivo para constituir lacra alguna. Una joya oculta de la discografía de Wolfsheim, que conforman un inicio de disco muy alejado de los ritmos con más beats y más oscuridad bailable que ofrecía su anterior disco. Llegamos a “I won’t believe” que es un claro ejercicio de pop, con un cierto toque amargo o melancólico en su melodía, que a ratos puede resultar algo hinchada o impostada dentro de lo que suele ser el semblante habitual de Wolfsheim. La canción gana intensidad tras su primer minuto y medio que tiene poco recargo sonoro y de programaciones. Ahora es turno de “Kein zurück”, que ya lo he advertido en la introducción, es un tema de factura más clásica en general y constituyó un arriesgado primer single de la obra. Recuerdo el videoclip con esa empleada de lavandería a la que se le va la olla, y ver a Peter y Markus por ahí metidos viendo el devenir de esa moza que sale corriendo de su lugar de trabajo. Termina por llegar, pero precisarán de varias escuchas, quizás, para cogerle el puntito. “And I…” es una composición de factura medio acústica, sugerente en el sentir que transmite y que supondrá uno de los últimos capítulos relajados de la obra, ya que hasta ahora “Casting shadows”, salvo en ciertos momentos de “I won’t believe” se ha mostrado muy reflexivo y calmado. No obstante, hay sitio para la también sosegada, pero con un toque oscuro bastante interesante, “Underneath the veil”. En el terreno más solemne del disco puede ser de las más llamativas y en todo caso es una de las pequeñas joyas ocultas que el último disco de estudio de Wolfsheim contiene.
En Alemania el disco tuvo una gran aceptación, e incluso “Kein zurück” funcionó relativamente bien, a pesar de no ser un single demasiado comercial. En aquellos momentos a Wolfsheim se les tenía en muy buena consideración y aunque el dúo se tomó su tiempo hasta editar nuevo material (5 años desde “Spectators”), no habían perdido la inercia del éxito y de la aceptación del público que aceptó con agrado este disco. Lo que nadie intuía es que a la larga sería el último del grupo.
Y es una pena, ya que “Casting Shadows” confirmaba la grandeza de Wolfsheim y su capacidad de dar lugar a discos muy perfectos. A “Dreaming Apes” quizás le sobraban ciertos interludios instrumentales experimentales que hacían algo agreste el camino al disco al público menos ducho en la materia, pero ya en “Spectators” el grupo dio con la justa medida. Lo que sí resulta algo sosa es la portada del disco, ¿no?
Este disco que hoy hemos revisado tiene temas realmente buenos. Quizás salvo “I won’t believe” y “This is for love”, las cuales no me emocionan particularmente, el resto de composiciones son buenas o incluso muy buenas. Puedo quedarme con muchas. Indudablemente con “Care for you”, “Find you’re gone”, “Underneath the veil” y esa pareja de temas de la parte final tan animada y movida como son “Wundervoll” y “Approaching lightspeed”. Wolfsheim sellaron su discografía con un buen último disco. Lástima que creemos que no habrá más.
Esta semana santa no habrá estreno el miércoles en nuestro horario de las 23.00h en RUAH ni una hora más tarde en &radio. Podrán escuchar repeticiones, que no sé si coincidirán en ambos casos, ni cuáles serán, ya que las elegirán los encargados de programación de cada emisora. En breve estará subido el Especial Pink Floyd que se emitió el pasado miércoles.