Hoy que es Día Internacional de la Mujer, es inevitable hacer una reflexión sobre ello...
Me pregunto, ¿qué significa ser mujer en esta época? Sin duda, para acercarse a una respuesta, habría qué preguntarse qué significó ser mujer en otra época.
Quienes tenemos con vida una abuela y llegamos a conocer a la bisabuela, nos resultará menos difícil ver las diferencias de actitudes, de hábitos. Algunas veces, la brecha generacional se hace muy marcada: ropa, colores, ocupación, opinión, independencia, planes de vida, sueños...sí, sobre todo, en sueños. Y es que es en la posibilidad de alcanzar los sueños que como mujer se tenga, que a mi juicio, marca la mayor diferencia entre ser mujer de ésta y de otra época.
Recuerdo perfectamente la primera vez que viaje sola, sin mis padres. Tenía exactamente 8 años. Del aeropuerto internacional de Guadalajara, en una noche súper lluviosa de verano, de la mano del capitán del vuelo me dirijí al avión, sosteniendo con la otra una muñeca, hacia un vuelo a Los Ángeles, California. A lo lejos, veía a mis padres decirme adiós con señas y la expresión de mi madre entre sonriente y dudosa, evitando mostrar su inquietud...y mi padre, sonriente diciéndome adiós. Fue un verano californiano muy divertido y diferente, pero extrañando a mis papás todos los días. De vuelta a México, me sentí más fuerte (si es posible serlo a esa edad).A partir de ese primer viaje, se sucedieron otros tantos cada verano los cuales me permitieron descubrir lo que realmente me apasionaba: conocer otras culturas, retarme a mí misma en entornos distintos al mío, aprender otros idiomas, ¡viajar! Pero eso, me parece, no habría sido sin el respaldo absoluto de mis padres, y debo decir, de él, de mi papá. Se dice que México es un país machista, y sí, lo sigue siendo. Pero en mi caso, el haber tenido un padre que desde muy pequeña me inculcó seguridad y en ningún momento me puso un límite por "ser niña", hizo la diferencia. Así, al observar a las mujeres de mi familia pertenecientes a otra generación, veo que la gran diferencia está en que ahora, las mujeres de esta época, tenemos la libertad de elegir qué queremos hacer. Quizás mi bisabuela tuvo sueños que se quedaron en eso, sueños irrealizables; seguramente mi abuela tuvo los propios y quedaron resguardados en un cajón, canalizando esa energía e ilusión en lo que le era permitido hacer. Celebro a esas mujeres valientes que en su momento, aún en contra de las circunstancias, lucharon por permitirnos a las mujeres de ahora elegir, sin el yugo de la imposición del rol "por ser mujer". En la foto aparecen los libros que actualmente estoy leyendo, biografías de grandes mujeres, vivas y muertas, que han sido una inspiración para muchas: Jackie Kennedy, la llamada "Reina de Estados Unidos" y Grace Coddington, ex-modelo y directora creativa de Vogue, denominada la "Miguel Ángel" de esa publicación americana. Y el pequeño, el que está arriba del todo, es una compilación de cartas de amor de grandes hombres a grandes mujeres. Y es que me parece que ninguno es más que el otro, no somos iguales, somos complementarios. Y con todo esto, llego a la conclusión de que no soy feminista, soy muy femenina.Como dijera Jackie Kennedy, "soy mujer por encima de todo lo demás".
¿Ustedes qué opinan?