WORLD ON FIRE - Slash, 2014. Crítica del álbum. Reseña. Review.

Por Bluemonday @BlueMonday1971

"World On Fire" es la lógica continuación del fabuloso "Apocalyptic Love" que Slash se marcaba con Myles Kennedy y los Conspirators en el año 2012. Un paso adelante con un álbum de casi ochenta minutos de hard rock del bueno que en líneas generales parece haber superado a su predecesor, algo que realmente se antojaba complicado, y teniendo en cuenta que sonido y protagonistas son los mismos, seguramente se debe al grado de conjunción y química que la banda de Slash ha alcanzado desde que comenzaron a rodar juntos. Ya no son Slash y Myles Kennedy, ahora son una bandaza llamada The Conspirators.
Mike “Elvis” Baskette produjo el álbum entre los estudios Barbarossa de Orlando y los NRG Studios de Los Angeles. Su labor es acertada y sin duda superior a la que realizó Eric Valentine para "Apocalyptic Love". Baskette ha conseguido que Slash accediese a grabar guitarras en capas, algo para lo que se mostraba reticente, y se ha centrado en potenciar el sonido de un combo rítmico que en cierto modo podía haber quedado escondido bajo el calibre y la dimensión de voz y guitarra. Si a todo eso se le añade un excelente uso de los efectos tenemos un álbum con un sonido de una complejidad de la que seguramente careció su predecesor.

Sobre Slash ya hay poco que decir que no se conozca, y su trabajo en "World On Fire" es una vez más majestuoso. Sus riffs y sus solos mantienen el estilo de "Apocalyptic Love", aunque el guitarrista a distorsionado guitarras en "World On Fire", algo que dada su maestría ha añadido color y forma a los temas en los que los ha introducido. Myles Kennedy es sin duda una de las mejores voces del hard rock actual, y en "World On Fire" vuelve a demostrarlo. Su facilidad para llegar a lo más alto no ha disminuido ni un ápice, y es seguramente el único de los cuatro miembros de la banda que no ha cambiado algún aspecto de su interpretación en relación a "Apocalyptic Love".
Todd Kerns es un bajista lleno de solidez que cubre cualquier hueco o carencia de sus compañeros. En "World On Fire" lo ha hecho y además se ha compenetrado de lujo con Myles Kennedy en las armonías vocales, algo determinante en la intensidad que adquieren la mayoría de los temas del álbum. Brent Fitz ya no es el baterista humilde y modesto que inicio su rodaje junto a Slash. Ahora el tipo da buena muestra de su libertad creativa, pero lo hace del modo correcto, sin exagerar, sabiendo esperar su momento y sin grandes alaracas, en un estupendo trabajo.

"World on Fire" es una suculenta introducción al nuevo álbum de Slash y Myles Kennedy y cuenta con uno de los espectaculares solos a los que el ex Guns N' Roses nos tiene acostumbrados. Un tema pegadizo y sólido que sin duda prepara par a lo que viene a continuación y que da comienzo con "Shadow Life", corte que abre con una meticulosa y limpia intro con arpregios hasta que la guitarras se llenan de suciedad y los riffs de pesadez y desconcierto a medida que cabalgan entre serpenteantes ritmos y voces que cuentan maneras de vivir que no lo son antes de la llegada de "Automatic Overdrive" y su inicio de aire retro casi punk que le convierte en un tema sumamente pegadizo.
"Wicked Stone" es rock and roll moderno conducido de un modo soberbio por la sección rítmica que forman el bajo de Todd Kerns y la batería de Brent Fitz. Las guitarras de Slash se mantienen en un segundo plano permitiendo que destaque la poderosa voz de Kennedy. Dos apabullantes solos y un final demoledor para un tema en el que destaca la interpretación del bajista. Después "30 Years to Life" adopta toques de blues que matizan su ritmo pegajoso y su estribillo diferente y es una de las mejores pistas del álbum, entre otras cosas por el impresionante uso de la slide guitar a cargo de Slash y por el fabuloso riff de conducción, además de un solo lleno de frescura.

"Bent to Fly" abre de un modo muy agradable con esas guitarras de doce cuerdas para después ofrecer una profunda y tierna voz de Myles Kennedy ganando poco a poco en intensidad hasta la llegada del fastuoso solo de Slash. A continuación "Stone Blind" nos deja una guitarra entre distorsionada y psicodélica acompañando a un Kennedy en trance mientras entona letras sobre los peligros de la atracción física. El riff tras la intro deja un aroma al "Coma" de Guns N' Roses y el estribillo es de los mejores del álbum.   "Too Far Gone" deja una de las mejores intros de "World On Fire" y seguramente el mejor solo de Slash de todo el álbum. Gran tema de buenas letras y excelentes melodías vocales cortesía de Myles Kennedy tras el que "Beneath the Savage Sun" desparrama un sucio ritmo de blues pantanoso mientras desgrana letras sobre la caza furtiva de elefantes al tiempo que cambia de ritmo y estilo para terminar de un modo frenético, y "Withered Delilah" es un delicioso trallazo de guitarras sobre como envejecen las famosas tras el que aparece "Battleground", un corte lleno de emoción, una maravillosa power ballad sembrada por la inquietantes voces de Myles Kennedy y sustentada fabulosamente por las líneas de bajo de Kerns.

"Dirty Girl" depara de nuevo el pegajoso ritmo del rock clásico, con guitarras llenas de sensualidad y un solo sórdido tras las distorsionadas voces de un agresivo Myles Kennedy, "Iris of the Storm" deja riffs y solos más oscuros y voces pareadas en un tema cuyo ritmo es una invitación que no se puede rechazar antes de un buen solo de wah wah, "Avalon" es un excelente tema que deja un regusto a Queen, concretamente al "Tie Your Mother Down", "The Dissident" abre con ecos nostálgicos que de inmediato conectan con una moderna intro de guitarra que transporta a un tema de letras significativas y sonido en formato trallazo, "Safari Inn" es un tema en el que Slash definitivamente se gusta y nos ofrece absolutamente todo lo que esperamos de él, un corte instrumental lleno de frescas progresiones de riffs y acordes, y "The Unholy" es un tema premonitorio y triste sobre los abusos a niños por parte de miembros de la iglesia y que sirve para cerrar "World On Fire".
Un álbum lleno de consistencia, un trabajo sólido y preciso que a pesar de su duración y la cantidad de temas no llega a cansar en ningún momento, y es que Slash parece definitivamente haber encontrado su banda, una banda, los Conspirators, en la que a pesar de lo que pudiese parecer los egos y la fanfarronería han dejado paso a la camaradería y a la solidez, algo que hace que todas sus influencias se combinen en una sola, mezclando riffs pesados, bellas melodías, toques bluesy y fantásticos estribillos. Tras "Apocalyptic Love" pedíamos que Slash mantuviese a los Conspirators. Tras "World On Fire" lo volvemos a pedir.