WRY Trío (Clamshell Records , 2013)

Me toca hoy la ardua tarea de reseñar un disco de free jazz,
una de las últimas experiencias musicales del recientemente
nacido sello discográfico Clamshell Records , dentro de su
‘Serie Vector’ .

Llama la atención el espíritu de esta serie, porque nos va a orientar mucho
sobre lo que nos encontraremos al abrir el disco: “Un Vector indica el sentido.
No se trata de alcanzar un objetivo conocido o idealizado. Cuando un artista
encuentra el sentido de su obra lo sigue ad infinitum y desarrolla su obra
por sí mismo, así nunca se agota”, a lo que añade Clamshell “El objetivo de
esta serie es editar y promocionar proyectos musicales de jazz avanzado.
El jazz es una música que, por su propia definición, siente en su interior la
necesidad de desarrollarse constantemente, por eso hemos iniciado un
trabajo de búsqueda de propuestas sonoras innovadoras sin más condiciones
que la creatividad y la calidad de los músicos. Intentamos evitar que la música,
y sobre todo el jazz, se convierta en un catálogo de estilos dentro de los
que encuadrar cada músico, colectivo, composición.”

Dicho esto, pasemos a hablar del disco en cuestión: WRY, del pianista
Agustí Fernández, el saxo soprano Ilan Manouach y el baterista Ivo
Sans … pero voy a hacer una cosa … apoyarme en el trabajo de otros,
sin que sirva de precedente. Y es que casualmente en el programa de
Carlos Pérez Cruz, El Club de Jazz , se ha entrevistado, en poco tiempo,
tanto a Agustí como a Ivo, y en ambas entrevistas dan pistas de por
dónde andan los derroteros de este disco y, sobre todo, del free jazz.

Y mira tú por dónde, me gustó mucho ese punto pedagógico que tantas veces
falta. Porque este disco WRY requiere concentración, y mucha, para que el
escuchador entre en el juego como el cuarto conversador de un ejercicio a
cuatro. No es cosa fácil; tres músicos, tres instrumentos y una audiencia.

Porque estamos ante un disco de free-jazz con mayúsculas … y como decía
recientemente Pedro Iturralde en una entrevista en Canción a Quemarropa :
” a las improvisaciones yo les llamo creación espontánea. En España está mal
entendida la improvisación. El diccionario dice que improvisar es hacer una
cosa sin estudio ni preparación (risas). La improvisación del jazz es muy seria.
Es una creación musical espontánea sobre una estructura rítmica armónica
determinada. No es hacer lo que quieras, tienes que hacer pero sabiendo los
acordes, la música y el tiempo.” .

Agustí incidía aún más cuando le preguntaban si se trata de arte aleatorio:
“Hablar de la música improvisada como arte aleatorio… No tiene nada que ver.
Es como hablar de pescado y compararlo con un vinagre de Módena. ¿De
qué me estás hablando?. Sí, claro, es comida pero no es lo mismo. El arte
aleatorio no es improvisación, históricamente era otra cosa y tenía otras
pretensiones. Nosotros no hacemos ni música aleatoria ni música atonal.
(…) . Cuando un improvisador empieza su discurso en el escenario no está
tocando aleatoriamente. El azar interviene poco, interviene la voluntad, la
memoria y el background del músico que está tocando. Interviene la visión
que tiene de hacia dónde quiere llevar su discurso. El músico que sale al
escenario también está determinado a hacer algo, aunque no sepa en todos
sus detalles qué es lo que va a hacer.” .

Ivo Sans habla de una “música primitiva, de antes del intelecto; es la música
que quieres hacer antes de ir al Conservatorio o la Academia, tu voluntad bruta”.

Para Agustí el free jazz no deja der una forma de orden: “El orden es una
manifestación del caos, es una de sus manifestaciones. Y hay diferentes
grados de orden y diferentes grados de caos. Cuando no entiendes algo,
dices que es un caos. Quizá al cabo de un tiempo puedas entenderlo y ya
no lo veas como un caos. Lo asumes como otro tipo de orden. Este es un
largo camino que puedes recorrer hasta que ves que es muy difícil que el
caos exista en una música, sobre todo cuando hay una persona íntegra y
experimentada haciendo música, no haciendo caos, que es imposible. Esta
persona está haciendo un orden quizá muy elaborado, quizá muy sofisticado,
incluso muy primario -puede ser primario y sofisticado a la vez- , pero no es
el caos, es simplemente un tipo de orden. Lo que pasa es que tienes que
tener las claves para entender que este nuevo tipo de orden es eso, orden.” .

WRY tiene significado, no traducción. Se trata algo así como una broma que no
sabes muy bien cómo coger, una ironía.

¿De dónde sale este título? … quizás Ivo tenga la respuesta: “Antes de llegar a
Barcelona (de su estancia en Bélgica desde el 2002 al 2008), contacté con Agustí
y le di una copia del disco WLY (We Love You) en concierto” .

El proyecto “We Love You” surgió en Bruselas el 203 del encuentro de Ilan Manouach
a los saxos (Grecia), Clement Nourry a la guitarra eléctrica (Francia) e Ivo Sans,
con la idea básica no tocar nunca una composición, sino de tocar siempre ante
el vacío absoluto.

Y es que, como reconoce el propio Ivo : “Illan Manouach es la persona que me cogió
para esto de la improvisación; gracias a él me di cuenta que mis baquetas eran
como dos pinceles, que me permitían pintar.”