El anti-marketing como principal estrategia publicitaria y el misterio como un método de exhibicionismo. La nueva banda engreída de Inglaterra se niega a dejarse ver el rostro y decide rondar por Manchester como si se tratara de un culto underground casi religioso. Una historia que parece desprenderse de un libro de ficción y no de un magazine semanal de música, pero vamos, que el indie quiera esconderse para volver a serlo no le quita mérito.
En cuanto a sonido, Go Tell Fire to the Mountain significa revisitar algunos de los actos más destacados de la escena británica de los últimos años; imaginar lo que sería Foals si fueran un grupo de garage o si The Vaccines cambiaran la inmediatez por la furia controlada. (Revista 69)
Su debut habla por sí solo con canciones como Dirt, que tiene todos los ingredientes para ser un himno generacional en estos tiempos que corren o ese comienzo de L Y F tan grande. Rock, afro-beat y psicodelia a raudales es lo que derrocha WU LYF.
“Such a sad puppy song…”
WU LYF – Go Tell Fire to the Mountain (2011)