Se acerca el fin de los mutantes y los hombres que les ayudaron. En un mundo deshumanizado, la única posibilidad de salvarlo será mediante un viaje al pasado del más valiente y fuerte de los mutantes, Lobezno, que tendrá que evitar un crimen para salvar a la humanidad de una hecatombe.
La dirección corresponde a Bryan Singer, autor de la muy valorada Sospechosos habituales o Valkiria. Sin embargo, está centradísimo en los últimos tiempos en el universo de la historieta, pues filmó Superman Returns en 2006, siendo esta su enésima entrega de los mutantes. X-men: Días del futuro pasado hace referencia a la novela gráfica de dos grandes de la viñeta como Chris Claremont y John Byrne que fueron los que popularizaron las aventuras de este equipo de superhéroes. De sus lápices y guiones salieron inolvidables historias. Este cineasta, que no era lector de cómics en su infancia, ha tenido buen olfato o se ha dejado aconsejar muy bien porque ha escogido entre lo mejor. El largometraje guarda cierto equilibrio entre la acción y las tramas de los personajes. A mi particularmente me ha atrapado de principio a fin. Y los 131 minutos de metraje se pasan como si se tratase de uno de 90. Los efectos especiales resultan impecables como era de esperar y la banda sonora nos parece dinámica y pegadiza.
El reparto prácticamente sigue siendo el mismo que en el episodio anterior James McAvoy como profesor X y Michael Fassbender como Magneto, que representan respectivamente a Martin Luther King y Macolm X (dos formas distintas de luchar por los derechos civiles de los negros o, en este caso, de los mutantes). Como dato curioso, el enanito de Juego de Tronos, Peter Diklage, interpreta tan magníficamente como siempre al trascendental personaje de Bolivar Trask, mientras que Jennifer Lawrence se luce en el papel de Mística. Por otra parte, la visión que se da de Richard Nixon roza el ridículo.
Esta producción permite reflexionar sobre varios temas. Casi todos parten de la iniciativa del profesor Charles Xavier que es el referente moral de La Patrulla X, que se muestra crítico con la idea de que estemos predestinados, proponiendo que somos dueños de nuestro destino. Otro valor que posee es el de creer en la persona, tener fe en el ser humano y transmitir esperanza porque, más o menos, transcribiendo sus palabras: el que tropieza y pierde el rumbo de su vida, no es un caso perdido y merece una oportunidad (publicado en Páginas Digital).