En un futuro distópico, existen unos robots conocidos como Centinelas, encargados de acabar con todo mutante viviente. Un grupo de mutantes, entre ellos Dr. X (Patrick Stewart), Logan (Hugh Jackman), Magneto (Ian McKellen) o Kitty Pride (Ellen Page), consiguen evadir a los centinelas y envían a la conciencia de Logan a 1973, para evitar la catástrofe que inicia este conflicto entre humanos y mutantes.
La crítica
Después de todo lo visto en las películas de la saga de los X-Men uno ya ha visto de todo, así que cuando uno se dispone a ver la secuela de 'X-Men: Primera generación', espera que su segunda parte sea mejor que la primera.
Arrancamos en el futuro, con un grupo de mutantes que combaten como pueden a los centinelas. Pensando en una manera para poder combatirlas, piensan en "enviar" a Lobezno al pasado, antes de que Mística (Jenniffer Lawrence) acabase con la vida del Dr. Bolivar Trask (Peter Dinklage), quien creó a los centinelas y estos fueron mejorados con el adn de Mística. Después de esto, Lobezno despierta en 1973 y tendrá que buscar al joven Charles Xavier (James McAvoy) para poder arreglar el futuro e impedir que los humanos entren en conflicto con los mutantes.
Con dicho planteamiento arranca con fuerza la secuela de 'X-Men: Primera generación', si bien en la primera parte conocíamos el origen de Magneto (Michael Fassbender) y Charles Xavier, ahora nos muestran el final y una posible vía para evitar esta catástrofe que parece inminente. Con lo cual, aquella obra que se nos presentaba en 2011 y la que considero la mejor de la saga X-Men hasta la fecha, era solo una base para conocer a algunos personajes más y poder dar rienda suelta en esta entrega.
'X-Men: Días del futuro pasado' es pura dinámita. A partir de todo lo que hemos visto en la trilogía inicial, así como en las películas de Lobezno y en la precuela de esta, se unen como nexo y nos dan dos horas sin descanso. Durante este metraje vemos de todo y gusta, el producto final es más que atractivo.
Si bien 'X-Men: Días del futuro pasado' es el nexo de toda la saga X-Men, Lobezno lo es dentro de la película. Su papel es el de reunir toda fuerza mutante para poder evitar la creación de los centinelas. Recordemos que Charles acababa de perder las piernas y enemistarse con Magneto y Mística, así que, poco a poco, se tendrán que ir uniendo las distintas piezas que se desordenaron en su anterior entrega.
Pero eso no es todo, si esta obra demuestra ser impecable en cuanto a guión, no hablemos de los efectos especiales. El despliegue es magnifico, encontramos escenas por aquí y por allá que merecen la pena y que nos dejarán con la boca abierta, de esas que no podemos apartar la vista. Podría destacar unas cuantas, pero creo que hay tres que sobresalen considerablemente por encima. La primera (y mi favorita) es cuando Quicksilver se luce de lo lindo y nos muestra su superpoder: supervelocidad, a ritmo de Time in a Bottle de Jim Croce.
Las otras dos son los encuentros que tienen los mutantes entre ellos, siempre separados por las diferencias de ideas que tienen entre ellos: unos defienden la convivencia entre mutantes y humanos, otros prefieren alzarse ante los humanos antes de que sea demasiado tarde. Ambas escenas tienen como protagonista al Magneto de Fassbender, quien una vez más ha desmostrado ser todo un titán.
Y no es el único, el reparto da para muchísimo aunque haya papeles de poco menos de cinco minutos. Los personajes, como siempre, dan mucho de si, pero los actores no se quedan atrás. Suenan nombres como Hugh Jackman, Michael Fassbender, James McAvoy e incluso Omar Sy, a quien le dan un papel menor. Como siempre ha ocurrido en las películas de X-Men, tendremos nuestro favorito.
Pero aunque todos hagan su papel de maravilla y le den más valor a la saga de Marvel, hay cierto tipo que hace que mis sensores se activen: James McAvoy. El resto de actores ya han tenido su momento de fama y se sabe de que pasta están hechos, pero pienso que McAvoy aún tiene que decir la suya y, una vez más, ha demostrado que tiene mucho por decir. Gracias a esto, la pareja formada por ambos Charles Xavier (McAvoy y Stewart) hace más original aún la obra de Synger, todo un acierto.
Aunque no sé porque, no he tenido la misma sensación que cuando vi 'X-Men: Primera generación', la cual dejó el listón en lo más alto y pensaba que iba a ser superado por esta, pero no ha podido ser. La única pega que le puedo poner a 'X-Men: Días del futuro pasado' es que no he sentido los personajes tan próximos como en entregas anteriores y eso puede ser más importante que muchas de las cosas que haya mencionado.
Esto deriva en que, el desenlace final, me resultó indiferente. Esto no significa que no haya disfrutado con la película y que no reconozca la gran valía que tiene, pero me pesa más no haber tenido personajes próximos que cualquier otra cosa y es por eso que no puedo ver 'X-Men: Días del futuro pasado' como la mejor de la saga, puesto que es dependiente del resto de cintas de la colección X-Men.
Eso si, recomiendo insistentemente 'X-Men: Días del futuro pasado' porque realmente lo vale. Catorce años después del estreno de su primera entrega, Bryan Singer ha demostrado que puede darle muchísima más forma a su producto inicial. Aunque me quedará esa espina con no haber visto algo mejor que en 'X-Men: Primera generación', ya se sabe: segundas partes no son siempre mejores.
Información de más
- El papel de Halle Berry como Tormenta fue reducido sustancialmente por su embarazo.
- En el cómic, el futuro en el que se encuentran nuestros protagonistas es 2013, en la película se amplió a 2023.
- Según Singer, él solo iba a dirigir la obra si Jackman, McKellen y Stewart accedian a volver a la saga X-Men.
- Con esta película, Hugh Jackman es el actor que ha encarnado a un superhéroe durante más entregas con un total de 7 películas. Además, es el único actor que aparece en todas las obras con sello X-Men.
- En el pequeño cameo de Picara, va vestida con su atuendo de los cómics.
- Cuando Quicksilver pregunta a Magneto si sabe karate, este le contesta: "I don't know karate, but I know crazy", frase de la canción 'The Payback' del difunto James Brown.