X-Men Noir: La Marca de Caín

Publicado el 09 febrero 2011 por Juancarbar

Nueva entrega del Universo Marvel trasladado a los años treinta. En este caso, de nuevo le toca el turno a los mutantes, a los acólitos de Charles Xavier. Si, cualquiera que leyera el primer tomo, sabe que no tenemos a esos personajes con poderes extraordinarios que, como diría Magneto, son el homo superior. Si seguimos teniendo, por suerte, a un grupo de seres marginales y con habilidades extraordinarias, en casi todos los casos letales, maestros del crimen que afinaban su arte junto a Xavier.

Ese primer tomo, finalizaba con Cíclope, Logan y el misterioso Ángel, camino de Madripur. Y, hasta la lejana tierra de Oriente, Fred Van Lente y Dennis Calero nos trasladan. Nada mas y nada menos que en busca de la joya de Cyttorak. Algo nos imaginábamos con el título elegido, La Marca de Caín…

No puedo decir otra cosa; He disfrutado mucho con esta nueva historia ambientada en el llamado género Noir. El excelente arranque a modo de noticiario, la búsqueda de la joya al mas estilo Indiana Jones, el encuentro de Thomas Halloway con Emma Frost, los giros argumentales, esa sensación de estar ante una historia tan alejada de los fuegos de artificio actuales en los mutantes…

La histora nos lleva a conocer la relación de Tommy Halloway (el verdadero y único superhéroe del cómic), con Caín Marko, relación que da pie a lo que ocurre. De nuevo, nos encontramos con un Charles Xavier manipulador y que, como imagen distorsionada del que conocemos, nos muestra una faceta mucho mas interesante que la que conocemos del persoanje. Van Lente va tomando mucho del cine clásico para ambientar la trama. Diálogos muy largos, frases llenas de doble sentido (Emma Frost derrite al decir “el lazo. Mas fuerte. Por favor”) y personajes llenos de ambigüedad, traiciones…Y, para rematar, nada de superpoderes.

Para intentar de alguna forma crear un paralelismo con la historia de la Patrulla X, aquí tenemos una nueva versión de la que vimos en el mítico Giant Size, que sustituye a la anterior alineación. De nuevo, se intenta crear una base real a los poderes mutantes de cada personaje, y lo consigue con suficiencia. La elección de que ningún personaje tenga superpoderes, mas que alejarlos de lo que son en el Universo Marvel, los acerca mucho mas, al despojarlo de las habilidades que les ponen por encima del resto de mortales. Además, se consigue eliminar ese aire de ingenuidad que siempre acompaña a los superhéroes tradicionales, presentando a personajes descarnados y llenos de debilidades. Como debe ser en el cine negro.

Lo mejor, ocurre cuando llegamos al final y nos damos cuenta del engaño y la trampa que se esconde en cada personaje. Se tiene la sensación de estar ante una partida de poker, donde cada jugador espera que su farol no sea descubierto, aún a costa de perderlo todo.

Se completa el tomo como Wolverine Noir: Weapon X. Aquí, Dennis Calero se hace con el guión. Y, aunque menos redondo que la historia principal, es de buena factura. Justito en algunos momentos, predecible en otros, pero también con una idea coherente.

Una lectura entretenida y una compra que no te hace sentir que has tirado el dinero.