Y es que no sería para menos, pues el argumento (sencillo, por cierto) de esta historia, sería el asesinato en masa de los Morlocks en sus refugios neoyorquinos en manos de un grupo de mutantes que se hacen llamar “Los Merodeadores”, enviados por un enigmático personaje, un tal “Mister Siniestro”, que luego adquirirá gran relevancia. La Patrulla se enfrentará en los túneles Morlock con Marea, Arco Voltaico, Disruptor, Vértigo, Arpón, Cazador de Cabelleras y Dientes de Sable, que hace aquí su primera aparición y tiene su primer enfrentamiento con Lobezno, de quien se convertirá en
A pesar del final de la Masacre Mutante, los Merodeadores seguirán formando parte de los argumentos de la Patrulla, como una especie de reverso oscuro de estos, y volverán a aparecer mostrando un siniestro interés en Madelyne Pryor, la esposa de Cíclope, a la que este ha abandonado para volver con la revivida Jean Grey, secuestrando a su hijo y tratando de matarla. Mientras, Longshot, Dazzler, Mariposa y Pícara llevan a sus heridos amigos a la Isla Muir, y Lobezno y Tormenta investigan un ataque a la familia de Jean Grey, en el que Lobezno percibe el olor de Jean, comenzando a sospechar que está viva, aunque de momento, la situación le enloquece,dejando a Tormenta sola… y en manos de un trío de antiguos soldados americanos con poderes, Supersable, Muro de Piedra y Comando, que juegan cacerías con criminales, tomando a Ororo por una de ellas. La presencia de los X-Men en Escocia llevará a un enfrentamiento entre Pícara y los tres novatos contra Juggernaut, un bautismo de fuego en el que a duras penas consiguen vencer al viejo enemigo de la Patrulla.
En esta época, a nivel gráfico, nos encontramos con que tras la salida de John Romita Junior de la serie, esta queda en manos de varios “interinos” y colaboradores de gran calidad. Los dibujos casi expresionistas de Bret Blevins, el arte feista de Rick Leonardi, el detallista Barry Windsor-Smith y el absolutamente genial Alan Davis serán quienes se encargarán de lo lápices de la serie durante la Masacre Mutante y sus consecuencias, pero la batalla con Juggernaut supondrá la llegada a la serie del que será su próximo dibujante titular: Marc Silvestri (que pronto demostrará también que su ritmo de dibujo es más bien lento, necesitando ayuda de Blevins, por ejemplo). Silvestri demostró en su trabajo en la Patrulla-X su valía como dibujante, aunque con un estilo muy lejano de sus actuales trabajos, mucho menos detallista y espectacular, pero con una genialidad narrativa y un diseño de viñetas muy particular que marcaría la que es una de mis etapas favoritas de X-Men.
Este conflicto, junto a la búsqueda de Forja por Ororo fueron los precedentes de otro cruce entre las colecciones mutantes: La Caída de los Mutantes. Este evento global, curiosamente, se parecería bastante en su estructura a los landscape que nos ha traído Marvel en estos últimos años que a un crossover en sí mismo, pues afectaría de forma diferente a Nuevos Mutantes, Factor-X y X-Men. En el caso que nos ocupa, la Patrulla-X y la Fuerza de la Libertad terminarían confluyendo en Dallas, donde se encuentra el Nido del Águila (el de Forja, no el de los Arryn), punto central de las visiones de Destino, mientras Tormenta cae en los engaños del Adversario, y ella y Forja son atrapados en el mundo de este enigmático ser durante un tiempo relativo de un año, en el que Forja devuelve sus poderes a Tormenta y ambos inician una relación que duraría largos años de publicaciones. Con la Caída de los Mutantes, tenemos además el regreso de Coloso, al que el personaje cósmico de turno (Roma, Guardiana Celestial, enemiga del Adversario) maneja para que esté junto a la Patrulla, desnivelando la balanza a su favor, ya que el Adversario es (¡vaya, otra vez!) sensible al acero.Finalmente, la Patrulla tiene que sacrificar sus vidas para detener al Adversario, utilizando Forja sus esencias vitales para cerrar el portal que había abierto mucho tiempo atrás, y toda esta situación es retransmitida por televisión, de modo que la Patrulla consigue redimir su imagen… justo antes de morir.
Aunque obviamente, no han muerto.
Roma utiliza su poder para devolver la vida a la Patrulla, y estos, deciden aprovechar que el mundo cree que han muerto para actuar con libertad, sin preocupaciones por represalias contra sus familiares (movidos en parte por el miedo a los Merodeadores). Para ello, deciden que NADIE debe saber que viven. Y así, comienza una nueva etapa en la historia de la Patrulla…
Si en arcos anteriores había comentado que la Patrulla había alcanzado lo que considero sus números más “bajos” en la etapa Claremont, el ascenso es absolutamente vertiginoso, y alcanza cotas excepcionales con la incorporación de Marc Silvestri al elenco de la serie, con un plantel renovado, personajes muy interesantes y con grandes dificultades para encajar entre sí (especialmente Pícara y Dazzler, que habían tenido repetidos enfrentamientos). Y todo esto… lo veremos.