X-Men:De la Masacre a la Caída de los mutantes

Publicado el 25 septiembre 2012 por Juancarbar

A mediados de los 80, los responsables de las diferentes cabeceras mutantes iniciaron un proyecto que, en su momento, resultaría de lo más novedoso y que marcaría la ruta editorial de los mutantes, y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Y es que por aquellos entonces, los crossover no estaban de moda… Como algo realmente innovador, Patrulla-X, Nuevos Mutantes y Factor-X se verían implicados en la misma historia, aunque desde diferentes puntos de vista, y realmente estos grupos no llegan a encontrarse en ningún momento, de modo que la lectura de las historias puede ser independiente, pero sólo obtienes la visión completa leyéndolo todo. El nombre que recibiría esta historia tendría el descriptivo título de La Masacre Mutante.

Y es que no sería para menos, pues el argumento (sencillo, por cierto) de esta historia, sería el asesinato en masa de los Morlocks en sus refugios neoyorquinos en manos de un grupo de mutantes que se hacen llamar “Los Merodeadores”, enviados por un enigmático personaje, un tal “Mister Siniestro”, que luego adquirirá gran relevancia. La Patrulla se enfrentará en los túneles Morlock con Marea, Arco Voltaico, Disruptor, Vértigo, Arpón, Cazador de Cabelleras y Dientes de Sable, que hace aquí su primera aparición y tiene su primer enfrentamiento con Lobezno, de quien se convertirá en archinémesis, y lo harían sufriendo graves bajas (que no solo vivirá la Patrulla, en Factor-X, este es el momento en el que Ángel pierde sus alas), ya que Coloso, Rondador y Gatasombra caen heridos en la lucha con los Merodeadores, el primero atrapado en su forma metálica e inmóvil, el segundo en coma y la tercera atrapada en un estado de fase y disipándose continuamente. Como refuerzo, la Patrulla contará con la ayuda de Mariposa Mental, que llega desde las páginas de Nuevos Mutantes, y consigue abrirse un hueco en el equipo, que pronto se verá también ampliado con la llegada de Dazzler en el epílogo de la historia, cuando se tienen que enfrentar a la Merodeadora psíquica Malicia. Además, los propios X-Men tienen que enfrentarse a grandes cambios: Coloso mata a Marea (con la carga emocional que esto le supone, acordaos de lo mal que llevó el haber matado a Proteus), y Tormenta tiene que hacer frente a todas sus dudas y sus miedos sobre su liderazgo de la Patrulla y su ausencia de poderes. Finalmente, la Patrulla consigue sobrevivir a duras penas al ataque de los Merodeadores, aunque Coloso, Rondador y Kitty tienen que apartarse del grupo para ser tratados en Isla Muir. Mariposa Mental, Dazzler y Longshot (genial creación de Ann Nocenti, recién llegado de su propia serie limitada) les sustituirán en la Patrulla.

A pesar del final de la Masacre Mutante, los Merodeadores seguirán formando parte de los argumentos de la Patrulla, como una especie de reverso oscuro de estos, y volverán a aparecer mostrando un siniestro interés en Madelyne Pryor, la esposa de Cíclope, a la que este ha abandonado para volver con la revivida Jean Grey, secuestrando a su hijo y tratando de matarla. Mientras, Longshot, Dazzler, Mariposa y Pícara llevan a sus heridos amigos a la Isla Muir, y Lobezno y Tormenta investigan un ataque a la familia de Jean Grey, en el que Lobezno percibe el olor de Jean, comenzando a sospechar que está viva, aunque de momento, la situación le enloquece,dejando a Tormenta sola… y en manos de un trío de antiguos soldados americanos con poderes, Supersable, Muro de Piedra y Comando, que juegan cacerías con criminales, tomando a Ororo por una de ellas. La presencia de los X-Men en Escocia llevará a un enfrentamiento entre Pícara y los tres novatos contra Juggernaut, un bautismo de fuego en el que a duras penas consiguen vencer al viejo enemigo de la Patrulla.

 En esta época, a nivel gráfico, nos encontramos con que tras la salida de John Romita Junior de la serie, esta queda en manos de varios “interinos” y colaboradores de gran calidad. Los dibujos casi expresionistas de Bret Blevins, el arte feista de Rick Leonardi, el detallista Barry Windsor-Smith y el absolutamente genial Alan Davis serán quienes se encargarán de lo lápices de la serie durante la Masacre Mutante y sus consecuencias, pero la batalla con Juggernaut supondrá la llegada a la serie del que será su próximo dibujante titular: Marc Silvestri (que pronto demostrará también que su ritmo de dibujo es más bien lento, necesitando ayuda de Blevins, por ejemplo). Silvestri demostró en su trabajo en la Patrulla-X su valía como dibujante, aunque con un estilo muy lejano de sus actuales trabajos, mucho menos detallista y espectacular, pero con una genialidad narrativa y un diseño de viñetas muy particular que marcaría la que es una de mis etapas favoritas de X-Men.

Con Silvestri, Claremont continuaría desarrollando las tramas de los Merodeadores, incorporando a Kaos al grupo y convirtiendo a Polaris en el recipiente de Malicia (curiosamente eso ocurre con los lápices de Blevins), y haciendo que Patrulla y Merodeadores se encuentren de nuevo en San Francisco, rescatando los primeros a Madelyne Pryor de los asesinos que pretenden acabar con su vida (y siendo presentado finalmente el líder de los Merodeadores, Mister Siniestro, aunque no desvela los motivos de su interés por la esposa de Scott). Y mientras esto ocurre, Tormenta comienza a buscar a Forja para recuperar sus poderes, en un viaje casi iniciático que la llevará a colaborar estrechamente con el maestro chamán del cheyenne, Naze… aunque pronto veremos que el verdadero Naze murió tiempo atrás, y que el compañero de Tormenta no es otro que el propio Adversario, el enemigo al que Forja debe enfrentarse, decidido a acabar con Forja y Tormenta. La Patrulla se instala temporalmente en San Francisco, en la isla de Alcatraz, con Madelyne como parte del grupo tras derrotar a Polaris y los Merodeadores… y la Fuerza de la Libertad se ve de nuevo implicada en la evolución de la Patrulla. Destino tiene una serie de visiones que conducen a la muerte de la Patrulla, y Mística decide salvar a Pícara, lo que provoca un nuevo enfrentamiento entre X-Men y miembros de la Fuerza de la Libertad.

Este conflicto, junto a la búsqueda de Forja por Ororo fueron los precedentes de otro cruce entre las colecciones mutantes: La Caída de los Mutantes. Este evento global, curiosamente, se parecería bastante en su estructura a los landscape que nos ha traído Marvel en estos últimos años que a un crossover en sí mismo, pues afectaría de forma diferente a Nuevos Mutantes, Factor-X y X-Men. En el caso que nos ocupa, la Patrulla-X y la Fuerza de la Libertad terminarían confluyendo en Dallas, donde se encuentra el Nido del Águila (el de Forja, no el de los Arryn), punto central de las visiones de Destino, mientras Tormenta cae en los engaños del Adversario, y ella y Forja son atrapados en el mundo de este enigmático ser durante un tiempo relativo de un año, en el que Forja devuelve sus poderes a Tormenta y ambos inician una relación que duraría largos años de publicaciones. Con la Caída de los Mutantes, tenemos además el regreso de Coloso, al que el personaje cósmico de turno (Roma, Guardiana Celestial, enemiga del Adversario) maneja para que esté junto a la Patrulla, desnivelando la balanza a su favor, ya que el Adversario es (¡vaya, otra vez!) sensible al acero.Finalmente, la Patrulla tiene que sacrificar sus vidas para detener al Adversario, utilizando Forja sus esencias vitales para cerrar el portal que había abierto mucho tiempo atrás, y toda esta situación es retransmitida por televisión, de modo que la Patrulla consigue redimir su imagen… justo antes de morir.

Aunque obviamente, no han muerto.

 Roma utiliza su poder para devolver la vida a la Patrulla, y estos, deciden aprovechar que el mundo cree que han muerto para actuar con libertad, sin preocupaciones por represalias contra sus familiares (movidos en parte por el miedo a los Merodeadores). Para ello, deciden que NADIE debe saber que viven. Y así, comienza una nueva etapa en la historia de la Patrulla…

Si en arcos anteriores había comentado que la Patrulla había alcanzado lo que considero sus números más “bajos” en la etapa Claremont, el ascenso es absolutamente vertiginoso, y alcanza cotas excepcionales con la incorporación de Marc Silvestri al elenco de la serie, con un plantel renovado, personajes muy interesantes y con grandes dificultades para encajar entre sí (especialmente Pícara y Dazzler, que habían tenido repetidos enfrentamientos). Y todo esto… lo veremos.