Por fin a salido a la luz la nueva consola de Microsoft cuyo nombre será Xbox One (se rumoreaba que se llamaría Xbox Infinity o Xbox 720). Microsoft dió a conocer en el evento realizado ayer, todas sus características y dispositivos que traerá consigo la Xbox One.
Xbox One no se parece en nada a su antecesora, tiene un diseño rectangular donde apenas destaca el logo de Xbox (según Microsoft, han elegido esta forma para adaptarse más fácilmente al salón como centro multimedia y no solo como consola).
El hardware que traerá consigo la consola será: un procesador de ocho núcleos (basado en AMD Jaguar), 8 GB de memoria RAM, 500 GB de disco duro, adaptador Wi-Fi (compatible con Wi-Fi Direct), lector Blu-ray, USB 3.0 (cuyos puertos podremos conectar dispositivos de almacenamiento externo en los que guardar cualquier tipo de dato o instalación), un puerto Gigabit Ethernet y puerto HDMI 1.4a y una salida de audio óptica en forma de S/PDIF.
No será retro-compatible con los juegos de Xbox 360.
La GPU está pensada para trabajar con APIs DirectX 11.1 (por el momento). Traerá un interfaz parecida a la capa Metro de Windows 8 diseñada especialmente para la consola.
La Xbox One soportará resolución 4K. Podrá manejar varias “capas” a 1080p (por ejemplo, el juego por una parte y Skype por otra), y es cuatro veces más silenciosa que su predecesora.
Contenido en la nube: la Xbox One se encuentra respaldada por más de 300 mil servidores alojados por todo el mundo, dotando así a la consola de un servicio fiable y rápido.
Microsoft ha confirmado que no será necesaria una conexión a internet permanente, pero cada desarrollador será libre de implementar dicha necesidad si lo considera oportuno.
El mando ha sido diseñado por gamers y para gamers, más ergonómico y los gatillos llegan con un feedback programable, además de la posibilidad de usar una tablet como mando.
Destaca un compartimento especial para la batería, Wi-Fi Direct, un pad de dirección extremadamente preciso y otras 40 características más que difieren este dispositivo de su antecesor. El diseño ha variado un poco con respecto a la versión de Xbox 360.
Kinect, cuenta con un sensor de profundidad, una cámara con una resolución de 250.000 píxeles para obtener imágenes en alta definición, siendo capaz de reconocer hasta 6 personas a la vez, lo que lo hace perfecto para juegos multijugador.
Se dará bastante importancia a Smart Glass, soportando varios dispositivos a la vez para compartir contenidos y entretenimiento y la integración con Skype. La aplicación actual cuenta con más de 10 millones de descargas y Microsoft estima que dentro de poco esta cantidad crecerá notablemente gracias a Xbox One.
El Xbox Live se ha reconstruido completamente y ahora se aloja en la nube ofreciendo un acceso instantáneo y multitarea a todos los servicios.
La nueva consola no será compatible con los videojuegos de Xbox 360 ni tampoco con los juegos Live Arcade, además de que bloqueará los videojuegos usados. Debido a la arquitectura x86, la retrocompatibilidad no será posible, ni siquiera la transferencia de contenido. Lo único que podremos salvar será nuestro Gamertag y nuestros logros.
Microsoft ha salido a esclarecer el tema de los juegos usados y se confirma que podremos usar nuestros juegos en una consola distinta cargando nuestro perfil de Xbox Live, pero una vez deslogeados tendremos que pagar una tasa para poder seguir jugando al juego en dicha consola (no en la propia). También han confirmado que podremos vender nuestros juegos desde el propio Xbox Live, desapareciendo estos de nuestra cuenta automáticamente y dando los beneficios de la transacción a las desarrolladoras.
Títulos exclusivos como el Forza Motosport 5, una nueva IP: Quantum Break, Call of Duty: Ghosts, FIFA 14 y también uno sobre la NFL.
La Xbox One saldrá a la venta a finales de este 2013 a un precio de 499 o 299 euros (este último precio si cogemos una suscripción de 2 años a Xbox Live).
Fuentes: smartzona.es / elchapuzasinformatico.com / vandal.net